6-9 años

PIE PLANO FLEXIBLE
PISADAS QUE CASI SIEMPRE MEJORAN

Saber elegir qué tipo de zapatos utilizar y permitir que los niños caminen descalzos la mayor parte del tiempo, son algunas de las herramientas fundamentales para mantener una buena salud del pie.

Amedida que los niños comienzan a dar sus primeros pasos, los papás se preocupan de cómo están caminando: ¿estará haciéndolo correctamente? ¿Tendrá los pies chuecos? Pero la pregunta que casi todos se hacen es ¿tendrá pie plano?

A juicio del doctor Alejandro Baar, traumatólogo Infantil de Clínica Las Condes, un gran porcentaje de las consultas que deben atender estos especialistas son referentes a esta duda. Y explica que en la población infantil, más del 90% presenta lo que se denomina “pie plano flexible”. “Este se caracteriza porque el arco longitudinal del pie desaparece al apoyarlo. Y flexible, porque al dejar de pisar el arco se levanta solo”, dice. Esta definición se diferencia del pie plano “rígido”, que ocurre cuando el pie no hace el arco y se mantiene en la misma forma tanto cuando se apoya como cuando se levanta. Esta categoría la presentan muy pocas personas y requiere un estudio más profundo y un tratamiento específico de acuerdo a los hallazgos, que puede ir desde el uso de órtesis hasta la necesidad de cirugías reconstructivas.

Muchos padres acuden a consultar porque ven que sus hijos se caen mucho y tienen la sensación de que son algo torpes cuando corren o caminan. “Es normal que durante los primeros años los niños sean así. En niños pequeños, coexisten algunas condiciones normales en la alineación de sus extremidades, que los hacen más propensos a las caídas. El pie plano en sí no es la causa de éstas”, asevera el doctor. Un pie plano flexible no presenta síntomas y es “completamente normal”, afirma el especialista. Además no tendrá consecuencias. En el desarrollo normal del niño, este tiende a desaparecer después de los seis años.

Entre las medidas que explica el facultativo para mantener la salud del pie, se cuentan la de caminar descalzo la mayor parte del tiempo posible y ocupar zapatos blandos que no tengan realce del arco. “Lo ideal es que cuando ocupen zapatos sean estos tan cómodos, que no se sientan que se llevan puestos”, señala.

En todo caso, el especialista afirma que es recomendable consultar a un traumatólogo en forma preventiva cuando los niños cumplan cuatro años. Ahí es la mejor opción de estudiar qué tipo de pie tiene el infante y en caso de que presente alguna alteración, poder tomar decisiones y medidas a tiempo.

En la población infantil, más del 90% presenta lo que se denomina “pie plano flexible”. Este se caracteriza porque el arco longitudinal del pie desaparece al apoyarlo. Y flexible, porque al dejar de pisar el arco se levanta solo.