LOS PELIGROS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

¿Cuándo se puede hablar de hipertensión arterial?

Se habla de hipertensión arterial (HTA) cuando la presión sistólica (alta) es igual o superior a 140 mm de mercurio (Hg) y/o la presión diastólica (baja) es igual o superior a 90 mm Hg. Tradicionalmente, se ha clasificado la HTA en primaria o esencial, y HTA secundaria. La HTA primaria o esencial corresponde a la mayoría de los hipertensos, en que el mecanismo inicial del proceso se desconoce, sin embargo, hay varios factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollarla. En la HTA secundaria, que corresponde a un 5-10% de los hipertensos, la hipertensión tiene una causa identificable.

¿Cuáles son los daños que produce en el organismo?

Cuanto más alta es la presión arterial, mayor es el riesgo de daño al corazón y a los vasos sanguíneos de órganos principales como el cerebro y los riñones. Si no se controla, la hipertensión puede provocar un infarto del miocardio, un ensanchamiento del corazón y, a la larga, una insuficiencia cardíaca. Los vasos sanguíneos pueden desarrollar dilataciones (aneurismas) y zonas débiles que los hacen más susceptibles de obstruirse y romperse. La HTA puede ocasionar que la sangre se filtre en el cerebro y provocar un accidente cerebrovascular. La hipertensión también puede ocasionar insuficiencia renal, enfermedad de las arterias periféricas, especialmente de las piernas, ceguera y deterioro de las capacidades intelectuales.

¿Cómo se puede controlar?

Todos los adultos deberían controlarse su presión arterial. Si está elevada deben consultar a un médico. A algunas personas les podría bastar con modificar su modo de vida para controlar la presión arterial, como abandonar el consumo de tabaco, adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio con frecuencia, mantener un peso adecuado, controlar el estrés y evitar el uso nocivo de alcohol. La reducción de la ingesta de sal también puede ayudar. A otras personas estos cambios les resultarán insuficientes y necesitarán tomar medicamentos con prescripción médica. Los adultos pueden contribuir al tratamiento tomando la medicación prescrita y vigilando su salud.

¿Cuál es la población de más riesgo?

La población con mayor riesgo de desarrollar HTA es aquella con antecedentes familiares de HTA, adultos mayores, individuos sedentarios, consumidores excesivos de sal, sujetos con sobrepeso y obesos, y bebedores excesivos de alcohol.

¿Cuál es el peligro de no controlarse o abandonar el tratamiento?

El peligro de no controlarse o de abandonar el tratamiento es el aumento del riesgo de sufrir, especialmente, un infarto del corazón o un ataque cerebrovascular.

 

El peligro de no controlarse o de abandonar el tratamiento es el aumento del riesgo de sufrir, especialmente, un infarto del corazón o un ataque cerebrovascular.