Marcapaso cerebral: una alternativa para la epilepsia refractaria
08 de julio, 2016
·Tratamiento y Recuperación
Se indica en casos acotados precisos y con muy buenos resultados.
Los primeros dispositivos llegaron a Chile a comienzos de la década del 2000. Desde entonces, el
estimulador vagal, como se conoce de manera genérica,
ha cambiado la vida de muchos pacientes que sufren epilepsia refractaria.
El
doctor Manuel Campos,
neurocirujano de Clínica Las Condes, cuenta que estos “marcapasos cerebrales” están indicados en
casos de epilepsia refractaria, esto es,
epilepsias con crisis multifocales (en distintos zonas del cerebro) en pacientes que no responden al tratamiento y en los que tampoco se puede hacer cirugía curativa.
“
Sobre todo en niños, se puede lograr hasta un 66% de efectividad en la reducción significativa de las crisis”, señala el especialista.
El dispositivo se instala bajo
la clavícula izquierda, entre el músculo y la piel, de la misma manera que se pone un marcapasos cardíaco, pero los electrodos se ubican en el nervio vago izquierdo por el que pasan el 80% de los impulsos nerviosos que van hacia el cerebro, sin necesidad de intervenir la cabeza.
“La estimulación crónica del nervio vago modula neurotransmisores en el cerebro en varias estructuras, de manera que estabiliza las neuronas y disminuye la frecuencia de crisis”
— Dr. Manuel Campos
Los resultados se comienzan a ver a los tres meses de la instalación, incluso al año y a los dos años de la cirugía.
Ante estos estimuladores debían activarse mediante un reloj que tenía un imán y que el paciente debía pasar por encima del dispositivo cada vez que sintiera que se aproximaba una crisis.
Hoy, el dispositivo está constantemente chequeando las pulsaciones del corazón y cuando esa varía,
dispara una carga eléctrica más alta que aborta la crisis sin que el paciente o alguna persona que esté a su alrededor de intervenir.