Existen riesgos especiales en mujeres embarazadas que viajan, tienen mayores consecuencias si son afectadas por infecciones, como malaria y hepatitis, además que no pueden recibir ciertas vacunas (por ser virus vivos atenuados) y los medicamentos para prevenir o tratar algunas condiciones pueden ser dañinos para el feto.
Se recomienda, que antes de iniciar el viaje, la embarazada debe tener un claro plan, de modo de evitar los riesgos y poder consultar en caso necesario en el destino.
Claramente, deben evitarse los viajes en embarazadas con alto riesgo obstétrico: con antecedentes de abortos espontáneos, embarazos múltiples o cuando son necesarias vacunaciones o medicamentos que no pueda tomar.
Contraindicaciones potenciales para viajes internacionales de mujeres embarazadas:
- Historia de aborto(s).
- Incompetencia cervical.
- Historia de embarazo tubario.
- Historia de parto prematuro o ruptura prematura de membranas.
- Historia o presencia de alteraciones placentarias.
- Amenaza de aborto o sangramiento vaginal durante este embarazo.
- Embarazo múltiple.
- Alteraciones en crecimiento fetal.
- Historia de toxemia, hipertensión o diabetes en cualquier embarazo.
- Primigrávida menor de 15 años o mayor de 35.
Riesgos médicos generales
- Historia de trombosis (coágulos) venosa.
- Asma severa o enfermedad pulmonar crónica.
- Hipertensión pulmonar.
- Cardiopatía con capacidad funcional alterada.
- Hipertensión.
- Diabetes.
- Insuficiencia renal.
- Anemia severa o hemoglobinopatía.
- Falla orgánica de algún sistema que requiera consultas médicas frecuente.
Destinos potencialmente riesgosos.
- Altura significativa.
- Áreas endémicas o con brotes significativos de infecciones relacionadas a picaduras de insectos o por alimentos y agua.
- Áreas endémicas a P.falciparum resistente a Cloroquina.
- Áreas donde se recomiende vacunas con virus vivos atenuados.
Una vez tomada la decisión de viajar, deben implementarse las estrategias de prevención: vacunaciones, prevención y auto-tratamiento de la diarrea del viajero. Debe advertirse a la paciente que la mejor época para viajar es el segundo trimestre.
La mayoría de los seguros de viaje no cubren a mujeres embarazadas en viajes internacionales.
Debe disponerse de un botiquín del viajero, al cual debe adicionarse: vitaminas prenatales, antimicóticos para infecciones vaginales por hongos, protectores solares adecuados y paracetamol en vez de aspirina.
Vacunas
Deberán sopesarse los riesgos versus los beneficios. En general, se trata de evitar las vacunas con virus vivos atenuados. Si se va a dar vacunas, lo ideal es usarlas en los dos últimos trimestres.
Vacunas vivas
Trivírica (MMR) (Sarampión, Paperas, Rubéola): Debe evitarse en embarazadas. En mujeres no inmunes, vacunar después del parto. Al colocarse la vacuna, la mujer debe evitar embarazarse al menos un mes después.
Varicela: Contraindicada en el embarazo.
Fiebre amarilla: No debe darse en embarazadas, excepto que el viaje a una zona de riesgo sea impostergable, en cuyo caso se recomienda su utilización, dado que el riesgo de complicaciones es bajo. Idealmente, se debe posponer el viaje hasta 9 meses después del parto, de manera que tanto madre como hijo puedan ser vacunados. Debe evitarse el embarazo al menos 1 mes después de la vacunación.
Tifoidea: Como la vacuna oral es con bacterias atenuadas, teóricamente puede ser de riesgo. Es preferible la vacuna inyectable, porque es inactivada.
Tuberculosis (BCG): La vacunación de tuberculosis debe ser diferida hasta después del parto.
Herpes zoster: No debe darse a embarazadas.
Vacunas Inactivadas
Hepatitis A: No hay estudios que determinen su seguridad, sin embargo es una vacuna de virus inactivado que no debiera producir problemas. Debe considerarse en casos de alto riesgo de infección por Hepatitis A. En caso necesario, puede considerare el uso de inmunoglobulina, pero la vacunación da una inmunidad más permanente.
Hepatitis B: Las vacunas actuales, producidas por ingeniería molecular, no son riesgosas para la madre y ni para el feto. Por lo tanto, puede administrarse a embarazadas.
Influenza (inactivada): Es recomendada para toda embarazada que estará en esta condición durante el periodo estacional (entre mayo y agosto).
Meningococo polisacárido (PPV23): Puede usarse en embarazadas en los casos indicados.
Neumococo (Polisacárido): Idealmente, la vacunación debe ser pre-embarazo. Sin embargo, está indicada en embarazadas de grupo de riesgo: mujer VIH+ que no ha recibido vacuna en los 5 años previos, daño pulmonar crónico, fumadoras y personas inmuno-suprimidas. No se ha documentado la seguridad en el primer trimestre, pero no hay reporte de daño en personas que la recibieron inadvertidamente en este periodo.