La continencia fecal es uno de los logros más importantes en el desarrollo de un niño. La capacidad de controlar el paso de heces es una de las primeras manifestaciones de independencia por la cual el niño ejerce la interacción con los padres y el medio ambiente.
La continencia fecal, que es normalmente alcanzada a la edad de 2 ó 3 años, puede estar parcial o completamente comprometida en niños nacidos con alguna anomalía en el intestino grueso (anomalías ano-rectales y enfermedad de Hirschsprung) o anomalías en los órganos pélvicos, como la espina bífida.
La incontinencia fecal conlleva un impacto social significativo independientemente de la edad en la que surge. El acondicionamiento moral, el cual es por lo general asociado con el control de esfínter, lleva a una estrecha asociación entre las heces y algo “sucio” y negativo.
No es difícil imaginarse los tipos de dificultades que un niño atraviesa cuando es incapaz de tener control del intestino. La incontinencia fecal representa un problema devastador; es a menudo una barrera para la aceptación social. Puede afectar a muchos niños, incluyendo a aquellos con cirugía previa (malformaciones ano-rectales y la enfermedad de Hirschsprung) así como a los con problemas o lesiones en la columna.
Hoy en día, se puede hacer mucho por los niños con incontinencia fecal. Una evaluación precisa junto con seguimiento apropiado, puede tener un enorme impacto sobre las consecuencias psicológicas y sociales de ser incontinente.
Determinando la Incontinencia Fecal Verdadera: Un paso clave en el manejo exitoso del intestino es distinguir entre la verdadera incontinencia fecal y la seudo incontinencia.
Los pacientes con incontinencia fecal verdadera carecen de la capacidad de tener movimientos intestinales voluntarios, ya sea porque nacieron con malformaciones que impiden el control del intestino o porque han perdido la integridad del canal anal después de una cirugía anterior.
Los pacientes con seudo incontinencia por lo general no tienen malformaciones o complicaciones quirúrgicas. Cuando estos pacientes son tratados con la dosis correcta de laxantes para vaciar el colon, ellos pueden regresar a las evacuaciones voluntarias.
Tratamientos para la incontinencia fecal:El primer paso en el tratamiento de trastornos colo-rectales es asegurar el diagnóstico más preciso posible para obtener una comprensión completa de la anatomía de cada paciente antes del tratamiento, a través de pruebas de diagnóstico, tales como los enemas de contraste y los cologramas distales.
Una colostomía puede ser necesaria, dependiendo del tipo de condición colo-rectal. Históricamente, ha habido varias técnicas quirúrgicas para reparar las malformaciones ano-rectales, como la disección endo-rectal, el abordaje perineal anterior y muchos tipos diferentes de anoplastías. Hoy en día, la mayoría de los cirujanos pediátricos utilizan el abordaje sagital posterior para reparar estas malformaciones con o sin una laparotomía o una laparoscopía.
El “Programa de Manejo Intestinal” se ofrece a los pacientes con incontinencia fecal como un método para evitar accidentes intestinales, colostomías permanentes o dependencia del uso de pañales. Para los pacientes que tienen éxito en el programa, se puede llevar a cabo un procedimiento de apendicostomía, lo cual permite que los pacientes tengan un método más sencillo para la administración de enemas.
El objetivo del Centro Pediátrico Colo-rectal de Clínica Las Condes es lograr el mejor resultado funcional para ayudar a cada paciente a disfrutar de una excelente calidad de vida.
Las opciones de tratamiento incluyen:
- Diagnósticos
- Colostomía
- Ano-rectoplastía Sagital Posterior
- Laparoscopía
- Dilatación anal
- Cierre de Colostomía
- Programa de Manejo Intestinal
- Apendicostomía (procedimiento de Malone)