Cada año, se estima que 1 de cada 4.000 bebés, nacen con malformaciones de ano y / o recto. El ano es la abertura en el extremo del tracto digestivo por donde las heces salen del cuerpo.
El recto es la sección final del intestino grueso que llega hasta el ano. Los niños que nacen con defectos de ano y recto (las malformaciones ano-rectales), pueden beneficiarse de métodos de tratamiento quirúrgico y no quirúrgico como:
Colostomía: La mayoría de los pacientes que nacen con malformaciones ano-rectales reciben una colostomía al nacer y, posteriormente, la malformación es reparada dentro de los próximos ocho meses más o menos. Una colostomía, significa crear un ano artificial (ostoma) para permitir que las heces salgan del cuerpo y se depositen en una bolsa de ostomía.
El Manejo Intestinal: Después de que la malformación se ha reparado, la calidad de vida de los niños con malformaciones ano-rectales se puede mejorar a través del manejo del intestino.
El objetivo de un programa de manejo intestinal es ayudar a los pacientes con incontinencia fecal (incapacidad para controlar voluntariamente los intestinos) a mantener sus intestinos limpios las 24 horas del día y evitar problemas que podrían conducir al aislamiento social. La tasa de éxito es alta, el 95% de los pacientes que se adhieren al Programa de Manejo Intestinal son capaces de mantener sus intestinos completamente limpios.