Objetivos del autocontrol:
- Seguridad: El chequeo constante de los niveles de glicemia permite evitar los episodios de hipoglicemia.
- Mejora el control de la diabetes y evita las complicaciones.
- Permite ajustar las dosis de insulina.
¿En qué consiste?
El buen control de la diabetes requiere un balance adecuado entre la alimentación, la dosis de insulina y la actividad física.
El páncreas libera insulina de forma variable, adaptándose a la glicemia que depende de:
- La alimentación
- El ejercicio
- El estado anímico, etc.
En la persona diabética, este mecanismo no puede producirse, por lo tanto, para poder adaptar las necesidades insulínicas, es preciso conocer con frecuencia las glicemias, y utilizar esta información para realizar los cambios apropiados en los distintos componentes del tratamiento diabético (dieta, insulina y ejercicio). Y a todo esto se denomina autocontrol.
La determinación de las glicemias por el propio niño o por sus familiares es absolutamente necesario en todo tratamiento insulínico intensivo con el que se desea conseguir la casi normalización de la glicemia y evitar, así, las complicaciones de la diabetes.
Los datos clínicos de control, como son la presencia o ausencia de síntomas de hiperglicemia (polifagia, polidispsia o poliuria), son insuficientes.
Las “tiras reactivas” y “aparatos de medición” hacen posible que los análisis puedan ser realizados por el propio niño o por sus familiares en el domicilio, sin alterar su vida normal.