La Unidad de Quemados de Clínica Las Condes está conformada por cirujanos plásticos reconstructivos, quienes se encargan de evaluar a los pacientes según su edad y el tipo de quemadura, su profundidad, extensión y ubicación.
La ubicación de la lesión tiene particular relevancia, cuando existe compromiso de zonas con riesgo de secuelas estéticas o funcionales graves como la cara, cuello, manos, pies, articulaciones o periné, el enfoque debe ser distinto en términos de priorización y del alto estándar de la reparación que requieren.
Es importante el análisis de un cirujano plástico desde la etapa aguda de las quemaduras, él otorgará al paciente las condiciones óptimas, a través de una cirugía plástica, para la cicatrización adecuada y a corto plazo.
En caso de que la quemadura haya causado una lesión profunda y no exista una posibilidad de cicatrizar, entonces, el objetivo del tratamiento pasa a ser la reparación precoz mediante injertos, colgajos u otros.
Luego, en la etapa crónica, los cirujanos plásticos monitorean el resultado estético y funcional de las cicatrices. De esta manera, resuelven las secuelas cuando se presentan. Para esto, existen múltiples tratamientos de cirugía reparadora, desde lo más simple como la dermoabrasión y compresión, hasta los procedimientos más complejos como los expansores cutáneos o los colgajos microquirúrgicos.
Independiente de la apreciación de su magnitud, la quemadura debe ser evaluada oportunamente por personal de salud idóneo, para evitar complicaciones posteriores que conlleven secuelas estéticas y funcionales en el futuro.