Los fumadores y las personas expuestas al humo de cigarrillo están vulnerables a más de 250 compuestos nocivos, aumentando el riesgo de:
- Enfermedades respiratorias agudas.
- Síntomas respiratorios crónicos
- Asma y agravamiento de los síntomas asmáticos en niños y adultos
- Enfermedades agudas y crónicas del oído medio
- Morbilidad y mortalidad por enfermedad isquémica coronaria
- Cáncer de pulmón, de senos nasales y de mama
- Síndrome de muerte súbita del lactante.
Hay muchas razones para dejar de fumar:
- Infarto de miocardio: Un año después de dejar de fumar, el riesgo de sufrir un infarto de miocardio disminuye a la mitad en comparación al de un fumador.
- Niños como fumadores pasivos: Cuando los padres dejan de fumar, disminuye a cero el riesgo de sus hijos de padecer cáncer de pulmón como consecuencia del humo que inhalan de forma pasiva durante su infancia.
- Cáncer de pulmón: El riesgo de padecer cáncer de pulmón disminuye progresivamente desde el día en que se deja de fumar.
- El aspecto y salud de la piel mejora a los pocos días de dejar de fumar.
- Ahorro: Una persona que fume un paquete al día, dejando de fumar puede ahorrar más de 1 millón de pesos al año.
- El rendimiento deportivo mejora a los pocos días de dejar de fumar.
Lo cierto es que los cigarrillos electrónicos reducen en gran medida el daño, pero no eliminan la adicción al tabaco. Existen pocos estudios que avalan su uso para disminuir el consumo de cigarrillo, pero en algunos casos pueden ayudar a reducir el consumo diario.