8 mitos de las "dietas mágicas"

¿Eres una de esas personas que insiste en encontrar una dieta mágica? No te enredes en falsas creencias: para adelgazar en forma saludable, derriba una serie de mitos que te contamos a continuación.

 

Las dietas de moda no son la mejor forma de perder peso y mantenerlo. Como cuenta la doctora Isabel Erradonea, nutrióloga de Clínica Las Condes, "investigaciones responsables sugieren que bajar entre medio kilo y un kilo semanal, comiendo más sanamente y haciendo ejercicio, es la mejor forma de bajar de peso y mantenerlo en el tiempo".

Mito 1: "Ciertos alimentos como el pomelo, la sopa de apio o de repollo queman calorías y ayudan a bajar de peso".

No hay ningún alimento que queme calorías. Hay algunos que contienen cafeína que ayudan a acelerar el metabolismo por un corto tiempo, pero no producen pérdida de peso.

Mito 2: "Saltarse comidas es una buena forma de bajar de peso".

Definitivamente no es así. Si se salta una comida, lo más probable es que recuperará esas calorías con bocaditos a deshoras y comiendo a destajo en la próxima comida. Lo ideal es comer cada tres o cuatro horas, porque así el metabolismo se mantiene en constante funcionamiento. Cuando se generan largos periodos de hambruna, el metabolismo disminuye su ritmo y produce menos gasto energético, como un método de defensa anta la falta de alimento.

Mito 3: "Los frutos secos engordan. No deberían ingerirse si se desea bajar de peso".

Aunque son altos en calorías y grasas, la mayoría contiene bajas cantidades de grasas saturadas y son una fuente importante de proteína y fibra. Además, no tienen colesterol. En un plan de baja de peso se restringe o modera su ingesta, porque son alimentos "densos" energéticamente, pues aportan muchas calorías en un volumen pequeño.

Mito 4: "Los hidratos de carbono son engordadores y deberían ser suspendidos para bajar de peso".

Las papas, pastas, arroz, pan, porotos y algunos vegetales (zapallos, rábanos, zanahoria y betarraga), llamados hidratos de carbono complejos o almidones son una fuente importante de energía para el organismo. Por ello es que deben ser controlados para bajar de peso, pero no suspendidos.

El azúcar y sus derivados (hidratos de carbono refinados, contenidos en productos de pastelería, jugos, bebidas gaseosas, etcétera) sí son eliminados en una dieta por una baja de peso.

Mito 5: "Puedo bajar de peso comiendo mucha fruta".

La fruta tiene calorías, ya que es rica en azúcar (fructosa), pero también es una buena fuente de vitaminas y fibra. Debe consumirse en cantidades controladas y acompañada de otros alimentos para que la dieta sea equilibrada.

Mito 6: "Comer carnes rojas es dañino para la salud y dificulta la pérdida de peso".

Las carnes rojas contienen grasas saturadas y colesterol, pero también constituyen una fuente muy importante de proteínas, hierro, vitamina B12 y zinc. La proteína es el nutriente que produce mayor saciedad y además gasta más calorías al ser metabolizada. Se eligen las variedades menos grasas y, en caso de colesterol alto, se controla su frecuencia de consumo.

Mito 7: "Dietas altas en proteínas y bajas en carbohidratos son una forma saludable de bajar de peso".

Las dietas muy altas en proteínas y bajas en carbohidratos pueden producir una rápida baja de peso, pero la mayoría de éste proviene de la pérdida de agua y masa muscular, y no de las grasas. Esto ocurre al aportar exceso de proteínas sin una ingesta calórica adecuada, que lleva a usarlas como fuente de energía en lugar de guardarlas o formarlas ("síntesis de proteínas"). Otras desventajas del consumo excesivo de proteínas es la constipación, el aumento de algunas sustancias (como el ácido úrico), y otros síntomas, como náuseas o debilidad, derivados de la formación de cuerpos cetónicos, una especie de "combustible" que el organismo se ve forzado a producir por esta dieta extrema.

Mito 8: "Transformarse en vegetariano significa asegurarse una baja de peso y ser más saludable".

Las dietas vegetarianas por lo general son saludables, porque aportan pocas grasas saturadas y colesterol; pero para ser igual de nutritiva que una dieta normal, debe controlarse por un especialista, para que se realice una correcta sustitución alimenticia. Para adquirir la proteína necesaria (la que se encuentra sobre todo en las carnes) se necesita ingerir una cantidad extra y balanceada de alimentos como, por ejemplo, lentejas, tofu, frutos secos, etcétera.

También se debe vigilar el aporte de fierro (las carnes tienen mejor absorción o "bio-disponibilidad" que los vegetales), vitamina B12 y zinc.

En general, si la dieta vegetariana es del tipo que incluye lácteos y huevos, el equilibrio se logra con mayor facilidad.



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