Se trata de tumores benignos que se presentan en la vida adulta de la mujer y que pueden variar en forma y tamaño, provocando aumento de volumen menstrual, sangrados anormales entre las reglas y dolor pelviano. ¿Cuál es el tratamiento?
Los
miomas uterinos o
tumores benignos en el útero, suelen provocar dolor pelviano y aumento del volumen menstrual, además de inflamación. Dependiendo de su ubicación, pueden producir incapacidad de aguantar la orina o dificultades para eliminar deposiciones, incluso
infertilidad. “Sin embargo, hay que hacer un seguimiento, pues no todos se deben extirpar. Sólo en algunos casos es esencial”. señala el doctor
Sebastián Prado Ginecólogo de Clínica Las Condes.
Síntomas de los miomas:
La mayoría de los miomas son asintomáticos, sin embargo, dependiendo de su ubicación, cantidad y tamaño, pueden producir:
- Aumento del volumen menstrual.
- angrados anormales entre las reglas.
- Dolor pelviano.
- Si alcanza tamaños importantes, la paciente puede observar un aumento del volumen abdominal en la pelvis.
- Dependiendo de la ubicación del mioma, pueden producir incapacidad de aguantar mucho tiempo de orinar o dificultades para eliminar deposiciones, ya que el útero enfermo puede apretar la vejiga y el recto. Si se encuentran en relación a la cavidad uterina incluso podrían asociarse a infertilidad.
¿Por qué se producen y qué tan comunes son los miomas?
Aproximadamente el
30% de las mujeres adultas desarrollará un mioma en su vida, alcanzando incidencias de hasta el 70% de las mujeres mayores de 50 años. Su aparición se produce por el crecimiento anormal de las células del músculo liso del útero, las que adoptan formas redondas o elípticas.
Algunos miomas son pequeños y de lento crecimiento mientras otros crecen progresivamente pudiendo alcanzar grandes tamaños incluso llegando a pesar kilos.
Diagnóstico de miomas
El
doctor Rodrigo Enríquez, ginecólogo y especialista de la
Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes explica que en la mayoría de los casos el diagnóstico se realiza durante el examen ginecológico o ante la presencia de alguno de los síntomas característicos, lo que luego debe ser confirmado a través de una
ecografía ginecológica, la que puede ser abdominal o vaginal.
A ello, el doctor Sebastián Prado, agrega que “la ecografía transvaginal es el examen más útil, ya que podemos visualizar directamente el útero. En ocasiones la resonancia magnética nos entrega una mejor descripción cuando los miomas son de gran volumen”.
Tratamiento de los miomas
El doctor Enríquez explica que la mayoría de los miomas uterinos, especialmente los pequeños y que no generan síntomas, no requieren tratamiento y solamente deben
controlarse con regularidad. Incluso, en el caso de sangrado excesivo y anemia, se pueden manejar con
antiinflamatorios, anticonceptivos, progestágenos orales, procoagulantes (ácido tranexánico) o con la inserción de un dispositivo intrauterino liberador de progesterona.
Si además de esto hay
dolor severo,
problemas de fertilidad o el
mioma se encuentra dentro de la cavidad uterina, la indicación es una
resección quirúrgica, la cual se realiza por vía vaginal o abdominal, dependiendo de cada caso. Lo mismo sucede si el crecimiento del mioma es de forma rápida, ya que existe la sospecha de que puede tratarse de un
tumor cancerígeno.
En el caso de que la paciente quiera
preservar su capacidad fértil, el tratamiento tendrá por finalidad una cirugía conservadora extirpando sólo el o los miomas. Sin embargo, siempre se deben mantener los controles periódicos, ya que existe la posibilidad de que aparezcan nuevos tumores si se realizó una cirugía conservadora. Por el contrario, si la paciente no quiere preservar su fertilidad, la cirugía de elección es la
histerectomía, que consiste en la extracción total del útero.
¿Cómo es la cirugía y la recuperación?
Lo primero es evaluar si se realizará una histerectomía -extirpación completa del útero- o una cirugía conservadora donde solo se extirpan los miomas. Estas intervenciones se pueden realizar de tres formas, dependiendo de las características de cada tumor:
- Histeroscopía: se inserta un instrumento través del cuello uterino para extirpar miomas que están en la cavidad uterina.
- Laparoscopía: se realiza por vía abdominal con mínimas incisiones.
- Laparotomía: cirugía con incisión abdominal, que se utiliza generalmente cuando se trata de múltiples miomas o tumores de gran tamaño.
“La recuperación suele ser rápida, especialmente cuando la intervención se realiza por vía endoscópica -histeroscopía y laparoscopía-, y los síntomas suelen disminuir en forma progresiva”, dice el doctor Enríquez.
Por otro lado, cuando se realiza una cirugía con conservación de útero, el doctor Prado explica que “existe una posibilidad de que reaparezcan nuevos miomas, debido a que un útero que produce miomas tiende a producirlos nuevamente. Muchas veces puede suceder que hay pequeños miomas que no se ven y que van creciendo con el tiempo”.
Miomas y fertilidad
Se dice que
4 de cada 10 mujeres tienen miomas uterinos, los que suelen presentarse después de los 30 años, sin una razón conocida.
De hecho, la mayoría de las
mujeres que se embarazan, ante la presencia de un mioma, no presentarán problemas durante su gestación. Sin embargo, si el mioma se ubica dentro de la cavidad uterina o la deforma, existe mayor riesgo de complicaciones como síntomas de
aborto y pérdida del embarazo,
rotura de membranas y parto prematuro, desprendimiento de placenta, hemorragias, dificultades para parto vaginal, así como mayor incidencia de cesárea y hemorragias en el posparto.
“Los miomas que crecen dentro de la cavidad uterina son los que tienen el mayor efecto adverso para lograr una gestación, como también los que -por su tamaño o ubicación- deforman intensamente la cavidad uterina o las trompas de Falopio. De esta forma, disminuye la probabilidad de concepción, implantación y desarrollo de la gestación”, explica el doctor Enríquez.
Por lo mismo, la recomendación es discutir con el médico tratante la posibilidad de extirpar los miomas cuando se piensa buscar un embarazo.
“En pacientes con infertilidad de origen inexplicado y presencia de múltiples pequeños miomas, se ha observado un aumento de la probabilidad de concepción luego de su remoción”, agrega el especialista de la Unidad de Medicina Reproductiva.
Por otro lado, el doctor Sebastián Prado explica que el útero es un órgano que responde a las variaciones hormonales del cuerpo de la mujer, por lo que su actividad celular, es decir su producción y destrucción celular, ocurre permanentemente durante el
ciclo menstrual, durante el embarazo entre otros, “lo que explica el por qué puede haber un grupo de células que pierda el control normal e inicie un proceso de replicación y crecimiento produciendo los miomas”, dice.