A caminar se ha dicho

Pocas actividades resultan tan fáciles, económicas y accesibles: caminar durante 30 minutos, 5 veces a la semana.

Pese a que en algunos países el moverse de un lado a otro caminando es algo absolutamente cotidiano, en Chile la realidad es bien distinta… No por nada somos una de las poblaciones más sedentarias del mundo.

Claro que a juicio del doctor Patricio Venegas, cardiólogo de Clínica Las Condes, existen otros factores que también nos juegan en contra. “En nuestro país hay una sensación de pesimismo colectivo que lleva a que las personas tengan menos ganas de hacer cosas. Si no es el smog, es la delincuencia, por lo cual resulta difícil motivar a la gente a que realice actividades que contribuyan a su bienestar”, advierte.

En ese sentido, el especialista sostiene que los gimnasios, por ejemplo, no resultan atractivos para todos. Por ello, promover actividades simples, como la caminata, puede ser una excelente alternativa para que nuestra población se haga más activa. ¿Cómo incentivarlos? Muy simple, dice el doctor Venegas, “convenciéndolos de sus enormes beneficios”.

¿Cómo saber cuándo el ritmo es el adecuado?
Según la Sociedad Americana de Medicina del Deporte y la American Heart Association, para obtener beneficios para la salud se requiere caminar a una velocidad moderada, por 30 minutos, al menos cinco veces a la semana.

Por caminata moderada se entiende aquella que se realiza a un ritmo de entre 5 y 7 km/hr. Es una actividad que produce un aumento significativo de la frecuencia cardiaca y la respiración, aunque sin producir agobio o fatiga. Como lo explica el doctor Venegas, “una caminata que no nos permite conversar como si estuviéramos sentados, sino que es una conversación entrecortada, que nos obliga a tomar aliento de vez en cuando. Se siente el corazón acelerado y la respiración agitada”.

Caminar durante 30 minutos, 5 veces a la semana:

• Contribuye a reducir el riesgo de infartos cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.

• Mejora la tolerancia a los carbohidratos, con lo cual disminuye el riesgo de padecer diabetes, posterga su aparición o favorece el control de quienes la padecen.

• Disminuye la presión arterial.

• Contribuye a bajar los niveles de ansiedad y estrés.

• Favorece la digestión, en especial en personas que sufren constipación.

• Disminuye el cáncer de colon y mama.

• Evita la osteoporosis en zonas como talón, huesos del pie, tobillos, caderas y columna.

• A largo plazo, también tiene un favorable impacto en el control del peso corporal.