Durante la gestación ¿necesito tomar suplementos?

Si bien, la teoría dice que con una adecuada alimentación no son necesarios los comprimidos de vitaminas y minerales, en la práctica muchos médicos los recomiendan, ya que algunos requerimientos aumentan y son necesarios para un embarazo sano.


Ácido fólico, fierro, calcio y omega 3 son algunos de los principales suplementos que se le indican a las embarazadas, cada uno de los cuales cumple distintas funciones, entre ellas, prevenir malformaciones en el niño y la osteoporosis en la edad adulta de la madre.

Pero, ¿deben ser tomados por todas las embarazadas o sólo algunas tienen la indicación de incorporarlos? De acuerdo a lo que explica el doctor Carlos Díaz, ginecoobstetra de Clínica Las Condes, si bien las necesidades de ciertas vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales debieran estar cubiertas por la alimentación, lo cierto es que no todas las mujeres cumplen con los requisitos de seguir un régimen alimenticio saludable y completo. “Hoy en día la mayor parte de ellas trabaja y hace dos o más comidas fuera de la casa, donde es más difícil asegurar que estas sean balanceadas en el aporte de nutrientes. En ese sentido, nosotros, por lo general, indicamos algunos suplementos básicos, a los que se pueden agregar otros en función de necesidades particulares de algunas pacientes”, advierte.

¿Cuáles son los de uso más común? Junto al doctor Díaz detallamos a continuación algunos de los principales suplementos que se les indican a las embarazadas sanas y por qué. De todas formas, es importante consultar siempre con su especialista.

Ácido fólico:

Ideal antes de embarazarse
El ideal es comenzar a tomar ácido fólico en cuanto la mujer desee embarazarse, ya que es esencial para el correcto desarrollo del bebé durante las primeras semanas de gestación. Esto, porque diversos estudios internacionales han demostrado que el aporte adicional de ácido fólico contribuye a reducir el riesgo de malformaciones congénitas del tubo neural, una estructura embrionaria que forma el cerebro y la médula espinal.

Para comprenderlo mejor, es importante explicar que el embrión tiene una diminuta cinta de tejido que se enrolla adquiriendo la forma de un tubo. Esta estructura, llamada tubo neural, comienza a cerrarse desde el centro hacia los extremos, dando origen a la zona posterior de la médula espinal (alrededor del día 25 de gestación), en tanto que la zona anterior originará el encéfalo (día 28 de gestación). Si el tubo neural no se cierra completamente en la zona posterior, pueden ocurrir defectos en la médula espinal y en las vértebras. Si la falla en el cierre ocurre en la zona anterior se produce la anencefalia, que es incompatible con la vida.

Además de los suplementos, se recomienda una dieta rica en folato, que puede encontrarse en las verduras de hoja verde como las espinacas, así como también en las legumbres y cereales enriquecidos. Cabe destacar que desde el año 1999, las harinas de trigo en Chile están suplementadas con ácido fólico, lo cual ha permitido reducir el nacimiento de niños con este tipo de malformaciones.

En mujeres que busquen un embarazo y durante todo el primer trimestre de este, se recomienda consumir 1 gr de ácido fólico al día.

Omega 3:

La salud que viene del mar
Aunque no se consideran imprescindibles para los adultos, ciertos estudios sugieren que el desarrollo de la vista y del sistema nervioso del bebé pueden verse favorecidos con el consumo de ácidos grasos omega3. Conocidos también como ácidos grasos esenciales, porque no pueden ser producidos por el cuerpo humano y deben ser suministrados a través de la alimentación, para las mujeres gestantes o que están amamantando se estima una ingesta mínima diaria de 200 mg de DHA, lo que equivaldría al consumo de dos a tres raciones de pescado a la semana (como salmón y atún). Dado que esas cantidades son difíciles de alcanzar en las dietas actuales, se aconseja la suplementación con complementos ricos en DHA.

Fierro:

Contra la anemia
El fierro es necesario para la regeneración de hemoglobina, el componente que transporta el oxígeno en la sangre. Algunas mujeres pueden presentar niveles bajos de hierro en los exámenes de laboratorio y padecer anemia. Algo que es bastante común en el embarazo, porque el contenido adicional de líquido en la sangre diluye la cantidad de fierro circulante y el bebé utiliza también parte de las propias reservas maternas. Entre los alimentos ricos en hierro se incluyen la carne roja, el pescado, el pollo, los huevos, las espinacas y el brócoli. Por lo general se administran comprimidos que contienen aproximadamente 100 mg de fierro activo.

Suplementos multivitamínicos:

Sólo cuando lo amerita
Aunque las necesidades de vitaminas aumentan durante la gestación, cantidades excesivas de algunas de ellas podrían resultar peligrosas (por ejemplo, de vitamina A), por lo que, mientras se siga una alimentación equilibrada que incluya muchas frutas y verduras, los requerimientos estarán cubiertos.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con las mujeres cuya dieta es limitada (vegetarianas, diabéticas, etc.), para quienes, por lo general, se recomiendan suplementos especialmente formulados para el embarazo, ya que contienen dosis reducidas de las vitaminas que son potencialmente peligrosas en exceso.

En todo caso, no hay que olvidar que los preparados multivitamínicos nunca sustituyen una alimentación sana. Los alimentos naturales como frutas y verduras contienen otros nutrientes beneficiosos que no se encuentran en los suplementos, entre ellos, la fibra. Si por cualquier razón se considera que la ingesta de nutrientes no es la adecuada, es importante consultarlo siempre con el médico, para que sea él quien evalúe la necesidad de suplementación vitamínica.

Calcio:

Huesos siempre fuertes
La mayor parte de las mujeres adultas –incluyendo las que están embarazadas– no consumen los 1.000 mg de calcio recomendados a diario. Por eso, y debido a que los requerimientos de calcio de un bebé en desarrollo son altos, el ideal es aumentar el aporte de calcio para impedir una descalcificación de huesos y dientes en la madre. En la alimentación, esto es posible incrementando el consumo de leche descremada, yogurt diet y quesillos pasteurizados, todos los cuales contribuyen también a mantener una alimentación saludable, que impida un aumento excesivo de peso.

Por lo general se indican suplementos que contienen 320 mg de calcio a diario.

Vitamina D:

Aliada del calcio
Muchos suplementos de calcio hoy traen incorporada la vitamina D, ya que ayuda a la adecuada absorción de este mineral y, por lo tanto, es importante para la correcta formación de los huesos.

Entre las fuentes de esta vitamina se encuentran los huevos, la mayoría de los pescados, las verduras de hoja muy oscura y la luz solar. De hecho, hasta 90% del suministro de esta vitamina depende de la exposición moderada a la luz solar (un paseo diario de unos 15 minutos al aire libre podría ser suficiente, pero no siempre es posible, por lo que se hace necesario la ingesta de suplementos).

Los expertos recomiendan 10 mcg diarios durante la gestación y la lactancia, de modo de asegurar una adecuada salud ósea tanto de la madre como del niño en gestación.