Insomnio en el embarazo: ¿Por qué no puedo dormir?

Casi todas las embarazadas tienen problemas de sueño, especialmente en el último trimestre. ¿Qué hacer para resolver estos conflictos y dormir de corrido?


El ciclo del sueño se altera durante el embarazo. En el primer trimestre suele haber exceso de sueño por efecto de la progesterona, hormona que causa decaimiento y somnolencia. En el segundo trimestre, el organismo ya se ha acostumbrado al efecto de esta hormona y la somnolencia disminuye, pero en el tercer trimestre casi todas las embarazadas tienen dificultades para dormir.

El médico puede indicar algún inductor del sueño por un período breve en los casos más extremos. En todos los demás, hay otras soluciones.

A continuación presentamos una lista de los problemas más frecuentes y cómo resolverlos:

Estrés

La cercanía del nacimiento suele provocar inquietud, sobre todo en el primer embarazo, lo que puede causar insomnio.

Solución: el ejercicio es muy recomendable para todas las embarazadas, porque ayuda a liberar tensiones y mejora el sueño, entre otros beneficios. Los baños calientes antes de dormir también sirven para relajarse. Si la angustia persiste, se recomienda consultar con el médico.

Tamaño del vientre:

El exceso de volumen al final del embarazo hace difícil encontrar una posición cómoda para dormir.

Solución: se recomienda dormir de lado, especialmente sobre el izquierdo, para facilitar la circulación. No conviene acostarse de espalda, ya que cuando el útero ha crecido mucho comprime la vena cava y obstruye el flujo sanguíneo. Usar almohadones en la espalda y entre las piernas ayuda a estar más cómoda.

Molestias digestivas

Durante el embarazo la digestión es más lenta, lo que puede provocar estitiquez e hinchazón. El esófago también pierde tonicidad, lo que puede causar reflujo, que es muy molesto en la noche.

Solución:
antes de acostarse comer liviano y al menos tres horas antes de dormir. Eso ayuda a la digestión. Ante los problemas de reflujo el médico puede recomendar un antiácido y una dieta especial no irritante.

Deseos frecuentes de orinar

La progesterona tiene un efecto sobre la musculatura lisa, que se vuelve más floja. Esto afecta la vejiga y sus esfínteres, por lo que es necesario orinar más seguido. La vejiga también es comprimida por el feto.

Solución: conviene tomar menos líquido cuando se acerca la hora de dormir para evitar que el volumen urinario obligue a levantarse al baño por la noche.

Calambres

Es un trastorno que interrumpe el sueño y es frecuente en las embarazadas. Se relaciona con la falta de potasio.

Solución:
tomar suplementos de este mineral bajo supervisión del médico o comer alimentos que contengan potasio, como el plátano y la naranja.