Embarazo en cama: Cuidados y consejos

Una de cada cinco mujeres debe pasar parte de su embarazo en cama. Por eso, contar con el apoyo de los más cercanos, entre otras importantes medidas, es fundamental para hacer esta espera más llevadera.

Ya sea por patologías propias del embarazo o asociadas a éste, una de cada cinco mujeres vive su embarazo, o parte de él, en cama. Claro que no todos los tipos de reposo son iguales, ya que estos pueden ser indicados al principio, mitad o final del embarazo, y variar en su duración según la propia condición de la paciente.

Junto al doctor Rafael Mayorga, ginecoobstetra de la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Las Condes, analizamos a continuación las principales causas que pueden hacer que el médico prescriba reposo y qué consideraciones se deben tener en cuenta.

Entre las más frecuentes y conocidas están:

Aborto habitual o recurrente: la paciente ha sufrido múltiples pérdidas espontáneas en la primera etapa del embarazo (hasta las 20 semanas, a contar de la fecha de su última regla).

Amenaza de parto prematuro: cuando existe un alto riesgo de que el parto se produzca entre las 21 y 36 semanas, especialmente en aquellas embarazadas que tienen el antecedente de partos prematuros previos.

Embarazos múltiples: en los cuales los riesgos de que sea prematura son directamente proporcionales al número de fetos dentro del útero.

Hemorragias del embarazo: producidas generalmente por ubicación baja de la placenta en el útero o por desprendimiento de ésta.

Cuadros hipertensivos: padecidos desde antes del embarazo o inducidos por éste, como es la preeclampsia.

Retardo de crecimiento intrauterino (RCIU): el crecimiento del feto se encuentra por debajo del percentil 10 de la curva de peso que le correspondería según su edad. Generalmente estos casos son secundarios a una insuficiencia de la función placentaria, la que puede ser de causa primaria o secundaria a otras patologías.

Rotura prematura de las membranas ovulares (RPM): antes del inicio del trabajo de parto. Si esto acontece antes de las 34 semanas se debe hacer reposo absoluto, expectante, en la medida que no aparezcan signos de infección, ya que el riesgo de la prematurez fetal es muy alto. En caso contrario, si la edad de gestación es mayor o se produce una infección, se debe interrumpir el embarazo.

Modificaciones patológicas del cuello del útero: tales como la dilatación y/o el acortamiento antes del término, los que pueden llevar a abortos tardíos hasta las 20 semanas o a partos prematuros después de esa fecha hasta la semana 36.

Cardiopatías maternas: entre las que destacan las de origen congénito y las valvulopatías. Implican un aumento de la morbimortalidad de la madre embarazada.

Enfermedades respiratorias de la madre: que afecten en forma relevante la oxigenación fetal; por ejemplo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o insuficiencia respiratoria.

Junto a las situaciones anteriormente descritas, existe, además, un gran número de causas que eventualmente también pueden llevar a indicar un reposo prolongado como: desnutrición materna extrema, anemia severa, accidente vascular encefálico, diabetes mellitus descompensada, enfermedades del tejido conectivo (como el lupus), etcétera.


Recomendaciones


  • Posición más adecuada: la mejor posición de reposo en cama para la embarazada es el decúbito lateral izquierdo (acostada sobre su costado izquierdo), porque esto permite una mayor y mejor irrigación de la placenta, ya que evita la presión del útero sobre la vena cava que trae la sangre de retorno al corazón. También disminuye la presión intrauterina sobre el cuello uterino.
  • Ejercicios en cama: Cuando el reposo es prolongado se produce una pérdida de masa muscular por atrofia, además de un aumento del riesgo de trombosis de las extremidades inferiores, por lo que la movilidad periódica de éstas, así como elevarlas sobre el nivel de los hombros, es tremendamente necesario.

Para prevenir esas complicaciones, se sugieren los siguientes ejercicios: apretar las manos y los pies entre sí y contra la cama; mover en círculos los brazos y piernas; utilizar material kinésico, como bolas de ejercicios, y realización de masajes.


  • El menú ideal: la alimentación podría variar según la patología a cuidar pero en general debe ser liviana, balanceada en nutrientes y calorías, y rica en fibra, asociada a abundantes líquidos para contribuir a una buena digestión y tránsito intestinal.
  • Mente sana: psicológicamente es muy importante mantener la fortaleza mental de la madre, debido a que en muchos casos ella no está enferma ni se siente mal y sólo su disciplina y el deseo de cuidar el embarazo son la motivación para seguir adelante. Es necesario, por lo tanto, establecer rutinas de entretención, música y lectura junto con las medidas generales ambientales, además del apoyo fundamental de la familia y amigos, quienes debieran acompañar, distraer y contener a la paciente durante su reposo, sumado al rol de protección y asistencia profesional que le corresponde al médico tratante.>

A la vanguardia en CLC


Centro especializado de vigilancia materno fetal (CEVIM): Se trata del primer centro privado en nuestro país que ofrece un servicio integral y multidisciplinario, enfocado específicamente a las mujeres que cursen embarazos del alto riesgo.

Su misión es proporcionar un cuidado médico de excelencia, para lo cual se cuenta con la mejor infraestructura física y atención de personal médico y paramédico las 24 horas del día.

Adicionalmente, Clínica Las Condes dispone de una maternidad con el mejor nivel de infraestructura, tanto en sus dependencias de preparto, parto, pabellones y su unidad de cuidados intensivos neonatales, con amplia experiencia en el manejo de recién nacidos de prematuridad extrema, con recursos médicos y paramédicos de primer nivel, y equipada con tecnología de última generación.