El primer control dental

Es la oportunidad de detectar posibles factores de riesgo de caries y entregar a tiempo las medidas para los cuidados preventivos en la casa.


La recomendación del Ministerio de Salud es que la primera visita al odontopediatra debe concretarse a los 2 años de edad. Aún así hay expertos que aconsejan que es mejor que sea dentro del primer año, tras la erupción de los primeros dientes. Eso porque a los 2 años, alrededor del 20% de los niños presenta caries.

Esa primera cita entrega a los padres una orientación temprana y educativa, es además, “la gran oportunidad de poder detectar posibles factores de riesgo para padecer de caries, y entregar a tiempo las medidas para los cuidados preventivos en la casa”, señala la odontopediatra de Clínica Las Condes, Sandra Rojas.

Otra razón importante para iniciar la primera visita en forma temprana, señala la profesional, es lograr un acercamiento grato a la odontología. “Así, tendremos en el futuro un paciente cooperador con la atención dental”, advierte.

Lo primero que realiza el odontopediatra es observar que el crecimiento y desarrollo de la zona máxilofacial sea normal y diagnosticar posibles patologías anatómicas o de desarrollo. También observara las características clínicas de los dientes primarios, verifica si los tejidos están normales o presentan alguna alteración.

Las alteraciones de esmalte son un factor de riesgo de caries. “Los niños que las que pueden presentar son los con historia de embarazos y partos difíciles, como problemas de oxigenación, nacimientos prematuros, de bajo peso al nacer y también los que tienen algún síndrome o enfermedades generales”.

Ciertas lesiones de caries que aparecen muy temprano en niños se relacionan con algunas alteraciones de estructura dentaria, es decir, problemas en la formación del esmalte de los dientes primarios o de leche. “Éstas pueden ser diagnosticadas clínicamente cuando esos dientes comienzan a salir o erupcionar”, puntualiza.

Para tener en cuenta

  • Es de importancia que los padres tomen estas primeras visitas con naturalidad, así transmitirán seguridad al niño.
  • Como la primera visita es alrededor del año de vida, el niño no entiende de qué se trata. “Son los papás los que están más preocupados, pero no hay que temer, ya que es una entrevista para informar y educar”.
  • El odontopediatra usará sus manos y un espejo bucal para revisar y observar el desarrollo de maxilares, lengua, frenillos, calidad de los dientes y factores de riesgo de caries u otra alteración.
  • El primer examen clínico es muy rápido y no requiere de grandes procedimientos, por lo tanto, el niño se incomodará poco tiempo y pronto estará en brazos de su mamá o papá.
  • El mejor resultado de la primera visita es que el niño se encuentre sano y su cavidad bucal en buenas condiciones, pero será necesario cautelar y vigilar en forma periódica que el crecimiento y desarrollo máxilofacial siga normal y los padres cumplan en casa las medidas preventivas para asegurar que el niño siga sano.