Efecto a largo plazo del Metilfenidato

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico frecuente y crónico, persistiendo a veces hasta la edad adulta, afectando la vida académica, laboral y/o social. Se caracteriza por presentar inatención, hiperactividad e impulsividad.

Los psico-estimulantes, especialmente el MTF (Metilfenidato) -en todas sus formas- han demostrado por décadas su utilidad en el tratamiento del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad).

El metilfenidato aumenta la alerta, mejora la concentración, disminuye los niveles de inquietud e impulsividad. Además, actualmente la Academia Americana de Psiquiatría, recomienda de elección el tratamiento con MTF en TDAH y su uso está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration). Su acción la ejerce aumentando los niveles de dopamina nivel de la corteza pre-frontal.

Conocer la eficacia y seguridad del uso a largo plazo del metilfenidato es relevante dado la frecuencia y cronicidad del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Aproximadamente el 70% de los pacientes con TDAH responde al uso de psico-estimulantes. Sin embargo, los estudios sobre la efectividad a largo plazo del MTF se ven interferidos por los cambios en la sintomatología del TDAH que ocurre a través de los años, la influencia de factores ambientales y sociales (demanda a que se ve sometido el sujeto) y el abandono del tratamiento que ocurre con frecuencia en los adolescentes.

Estudio

Alice Charach evaluó los efectos adversos en un estudio de seguimiento anual por un período de 5 años a niños tratados con MTF (Charach et al 2004, J. Am Acad Child Adolesc Psychiatry). Aunque a pesar de que la mitad de los niños reportaban al menos uno de los efectos adversos (cefalea, anorexia, dolor abdominal) al final del 5ª año, continuaban tomando la medicación, lo que implica que los efectos adversos eran bien tolerados.

La mayoría de los estudios sobre el efecto del metilfenidato en el crecimiento han demostrado no ser clínicamente significativos como para evitar su uso. El déficit de crecimiento ocurre en los primeros meses y no hay efecto significativo en la talla o peso final (Biederman et al 2010, J.Pediatr).

En relación a efectos sobre el sistema cardiovascular, la FDA no recomienda su uso en niños con alteraciones cardíacas estructurales, historia personal o familiar de síncope inexplicado, dolor precordial con ejercicio y muerte súbdita. También se ha discutido la posibilidad de adicción o dependencia, pero al contrario se ha visto una disminución en el riesgo de uso de sustancias, cigarrillo y alcohol.

Biederman demostró que el uso de MTF durante la vida en pacientes con TDAH era efectivo y además tendría un efecto protector contra el desarrollo de patología psiquiátrica (Biederman et al 2009, Pediatrics). En suma, los estudios avalan la efectividad y seguridad del uso d MTF a largo plazo (Millichap JG, 2010, Attention Deficit Disorder Handbook).