Trasplantes con donante Vivo: del dolor a la esperanza

Durante los últimos años se ha incrementado en Chile el número de pacientes en espera del trasplante de un órgano, mientras que la cantidad de donantes ha disminuido.

Durante los últimos años se ha incrementado en Chile el número de pacientes en espera del trasplante de un órgano, mientras que la cantidad de donantes ha disminuido. Bajo esa perspectiva, la mirada hoy se orienta a las posibilidades que entrega la donación de órganos de pacientes vivos.

 
Unidad de Trasplante
 

Creada con la finalidad de aumentar la crítica masa de donantes cadáver que existen en nuestro país, en enero de 2010 se aprobó la Ley de Donante Universal –donde toda persona mayor de 18 años se convierte automáticamente en donante, a menos que exprese lo contrario–. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados: 49% de las personas que han renovado su cédula de identidad desde la entrada en vigencia de la ley, alrededor de un millón 400 mil chilenos, han rechazado esa posibilidad.

 

Una tendencia preocupante y que ha llevado a los especialistas a buscar nuevas técnicas para salvar la vida de aquellos pacientes cuya única posibilidad es la de un trasplante. En especial cuando se trata de niños enfermos, para los cuales es particularmente difícil obtener un órgano compatible.
 

Así, la donación por parte de personas sanas (donante vivo v/s donante cadáver), abre hoy una posibilidad y una luz de esperanza a pacientes que de otra forma no podrían tener otra alternativa de vida.
 

La donación de un órgano por parte de una persona sana ofrece indudables ventajas, entre ellas, el hecho de que el órgano que se va a trasplantar es 'el mejor posible' ya que el donante ha sido estudiado meticulosamente desde el punto de vista clínico, y se ha descartado el más mínimo problema. Por otro lado, el procedimiento quirúrgico, electivo y programado, evita todo sufrimiento al órgano a trasplantar y hace prácticamente inexistente el periodo de isquemia fría de este. Todo con un riesgo relativamente bajo para el donante", afirma el doctor Erwin Buckel, cirujano y jefe de la Unidad de Trasplante de CLC.
 

¿Qué se puede donar?
 

Básicamente, los trasplantes con donante vivo pueden ser de un segmento del hígado o de un riñón completo, considerando siempre que debe existir algún grado de parentesco con el receptor. Ello no solo por la compatibilidad que se requiere, sino también para asegurar que no existan otro tipo de intereses que no sean los de un genuino acto de generosidad.
 

HÍGADO. En el caso del trasplante hepático con donante vivo, se implanta en la persona enferma un trozo de hígado sano proveniente de un donante compatible –generalmente el padre o la madre–, que se adapta al tamaño del abdomen del receptor, mientras el hígado del donante también regenera su volumen hasta alcanzar el tamaño original, en un período de alrededor de dos meses. Sin embargo, lo que parece una solución sencilla es en realidad una intervención quirúrgica de gran magnitud, que, como toda cirugía, implica riesgos tanto para quien recibe el órgano como para quien lo dona. De hecho, algunos especialistas cuestionan el hecho de que se intervenga a una persona estando en una condición óptima de salud.
 

El trasplante hepático con donante vivo puede ser la única esperanza de vida en aquellos niños que no pueden esperar por la donación de un órgano (habitualmente en pacientes con 12 kilos de peso o menos). De hecho, uno como médico se lo plantea de entrada a los padres, ya que hoy en día las listas de espera son muy largas –pueden tomar dos años o más–, y no todos están en condiciones de poder soportar la espera. Por lo general son los mismos progenitores los donantes, aunque también se han dado casos donde se ha debido recurrir a otros familiares directos", explica el doctor Buckel.

 

¿Sus ventajas?

 

El donante vivo permite trasplantar a un paciente en forma programada, cuando está en las mejores condiciones para recibir el órgano, y contar con el hígado de un donante sano, con un alto grado de compatibilidad, que ha sido estudiado previamente, lo cual implica importantes ventajas. 
 

El órgano cadavérico, en cambio, llega en cualquier momento, cuando el niño puede no estar en sus mejores condiciones. Por otra parte, existe una gran diferencia respecto de la calidad del injerto. "Cuando sacas un trozo de hígado de un donante vivo lo haces en condiciones ideales, en un paciente sano, a diferencia del donante cadavérico, que muchas veces ha estado expuesto a presiones bajas, a numerosas drogas mientras se certifica la muerte encefálica, con órganos que muchas veces están mal tratados y donde existe un importante período de tiempo desde que se extraen hasta que se trasplantan. En este sentido, es importante destacar que cuando hay donante vivo se hacen dos pabellones paralelos, reduciendo al mínimo el tiempo de espera entre que el órgano sale del donante hasta que llega al receptor".
 

RIÑÓN. Con un riesgo relativamente bajo para el donante –la extracción se hace por vía laparoscópica–, el trasplante de riñón con donante vivo ofrece la posibilidad de reducir la necesidad de tratamiento sustitutivo con diálisis, con el consiguiente impacto positivo que ello conlleva tanto en términos de morbilidad y complicaciones, como desde el punto de vista de la adaptación psicológica a la enfermedad renal, las relaciones familiares y sociales, las oportunidades laborales e incluso el costo económico que una enfermedad crónica puede acarrear.
 

"En nuestro país, alrededor de 20% de los trasplantes de riñón se hace con donante vivo y, en el caso de los niños, prácticamente todos se hacen con esta modalidad, ya que ofrece muchos mejores resultados. El éxito del trasplante del riñón se mide en términos de la independencia de la diálisis, a diferencia de lo que ocurre con otros órganos, donde el éxito es que el paciente viva", subraya el doctor Buckel.
 

Tanto en el caso del trasplante de hígado como de riñón, el donante requiere una serie de estudios previos que avalen la posibilidad de poder contar con sus órganos, entre ellos, la evaluación médica de la persona (que sea completamente sana, sin antecedentes de enfermedad crónica grave); compatibilidad de grupo sanguíneo; evaluación con imágenes y evaluación psiquiátrica.

 
 

¿Qué es un donante vivo?

 

Se trata de una persona que, generalmente por lazos sentimentales o de parentesco, dona un órgano (o parte de un órgano) o tejido a otra persona que lo necesita. Este tipo de donante puede donar un órgano par (riñón) o partes de órganos (segmento lateral izquierdo hepático) y algunos tejidos, ya sea regenerables (sangre, médula ósea) o considerados como desecho (células madre del cordón umbilical, timo).

 

Realidad de los trasplantes en Chile

 
  • Cuatro de cada diez personas expresan su negativa a donar órganos en Chile, pese a que la ley lo incentiva (la normativa vigente considera que toda persona mayor de 18 años será donante de órganos una vez fallecida, a menos que en vida haya expresado su voluntad de no hacerlo).
  • 1.818 personas esperan un órgano en nuestro país.
  • Se estima que en Chile existen 700 potenciales donantes por año.
  • Durante 2010 hubo la menor cantidad de donantes en diez años (96 en total). Este 2011, entre enero y mayo se han registrado 38 en total.
  • 6,5 donantes por millón de habitantes es la tasa chilena de donación de órganos. El ideal sería llegar a 13 en los próximos años (España es líder en la materia con 34).
 

30% de los pacientes en lista de espera por un hígado, en Chile, fallece en el intertanto. De ahí que sobre todo en niños, la posibilidad de recibir un trasplante con donante vivo es una alternativa que permite salvar muchas vidas.

 

"Se produce una conexión especial"

Con solo ocho meses de vida, Pascal se convirtió en la trasplantada de hígado más pequeña que ha habido en nuestro país. 

 

 

"Cuando me dijeron que a Pascal habría que hacerle un trasplante de hígado, se me vino el mundo encima. Tenía solo dos meses y medio, y para mí hasta entonces era una niña completamente sana. Producto de la malformación que tenía en las vías biliares (atresia biliar), ella tuvo dos episodios de colangitis –inflamación del hígado– que la tuvieron bastante delicada. Ahí fue cuando el trasplante se volvió imperioso, y los médicos nos hablaron de la posibilidad de que mi marido o yo pudiéramos ser donantes. La verdad es que fue como una luz de esperanza en medio de toda esa angustia. Sin embargo, cuando nos hicieron los exámenes y se determinó que él era el más compatible, vino la segunda mala noticia: debido a una malformación en uno de sus lóbulos, quedaba descartado. Pascal entró a la lista de espera de donante cadáver, y debido a que su condición de salud empeoraba, comenzó a avanzar en prioridad. 

 

En esos momentos la verdad es que uno se imagina lo peor. Se te vienen a la cabeza todos los casos mediáticos de niños que han muerto esperando un órgano. Pero no estaba todo dicho. Los médicos nos hablaron de la opción de que el universo de donantes podía abrirse a los tíos, y nuestra alegría fue inmensa. Los hermanos de mi marido de inmediato se ofrecieron y ahí vino el proceso de evaluar quién era el más compatible. Mis dos cuñadas resultaron ser dos alternativas tremendamente favorables y finalmente se optó por una de ellas, de 33 años. Fue una decisión que se tomó en familia, evaluando todos sus riesgos y posibles complicaciones. Gracias a Dios el trasplante pudo hacerse con éxito y hoy, tanto mi hija de diez meses (fue trasplantada a los ocho) como mi cuñada se recuperan satisfactoriamente, sin inconvenientes. Creo que entre ellas va a existir siempre una conexión muy especial, porque le dio vida a mi hija en un acto de generosidad y entrega inmenso", Claudia Vera, mamá de Pascal.

 

En CLC:
 

Cirugía pionera en Chile

 

Debido a una enfermedad conocida como bronquiolitis obliterante, que lo llevó a padecer insuficiencia respiratoria, a sus cortos 14 años Sergio Andrade tenía la necesidad inminente de recibir un trasplante de pulmón. 

Con solo 1,40 m. de estatura y menos de 30 kilos de peso, se hacía imperioso conseguir un órgano pediátrico, lo cual es muy difícil de lograr. En ese contexto, y dado el apremio que existía, el equipo médico de CLC decidió que la mejor alternativa era el trasplante pulmonar con injerto reducido de adulto. Una cirugía donde, previamente, se reduce el tamaño de los pulmones donantes, hasta lograr una compatibilidad con el paciente.

"El trasplante fue uno lobar bilateral en función del tamaño físico del niño, que no hacía posible trasplantar el órgano de un adulto. Esto requería dividir o achicar previamente cada pulmón y, de esa manera, implantarle un lóbulo a cada lado", explica el cirujano torácico de CLC, doctor Patricio Rodríguez, quien realizó dicha intervención en conjunto con el doctor Mauricio Fica, cirujano torácico del mismo equipo.

Cabe destacar que en nuestro país nunca antes se había realizado un trasplante con estas características, lo que sin duda se convierte en una gran alternativa para pacientes pediátricos que lo puedan requerir, como en el caso de niños con fibrosis quística o daño pulmonar severo.

 

El equipo médico de CLC decidió que la mejor alternativa para Sergio Andrade era el trasplante pulmonar con injerto de un adulto, pero reducido.

 

Malformaciones en la vía biliar y en el aparato renal, son las principales causas que conducen a la necesidad de un trasplante.

La Unidad de Trasplante de CLC es el centro que más trasplantes ha realizado en nuestro país –tanto de donante cadáver como de donante vivo– y el único con vasta experiencia en menores de 18 años. Gracias a que cuenta con las mejores condiciones para realizar este tipo de procedimientos y afrontar sus complicaciones, ha logrado tasas de sobrevida que son tan buenas como las de centros extranjeros.

 

CLC a la vanguardia

 

 

La Unidad de Trasplante de CLC cuenta con la mayor experiencia en nuestro país y un nivel de sofisticación comparable solo a los principales centros de Estados Unidos o Europa. Entre sus hitos destacan:

 
  • Primer trasplante hepático en niños.
  • Primer trasplante hepático con un hígado dividido (Split) para un receptor adulto y un receptor pediátrico.
  • Primer trasplante simultáneo de riñón-páncreas.
  • Primer trasplante hepático con donante vivo.
  • Primer trasplante de pulmón (unipulmonar y bipulmonar).
  • Primer trasplante cardiopulmonar infantil.
  • Primer trasplante bipulmonar sin circulación extracorpórea.
  • Primer banco de criopreservación de válvulas en Chile.
  • Mayor número de trasplantes hepáticos en nuestro país.
  • Primer y único trasplante de intestino delgado (exitoso) en Chile.
  • Primer trasplante de pulmón en niño con injerto reducido de adulto.
  • Único Centro de Trasplantes en Chile, lo tiene CLC, con experiencia demostrada en todo tipo de trasplantes de órganos.