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Recién nacido en la casa

Recién nacido en la casa

Cuidar a un recién nacido es un gran desafío. Surgen inseguridades y miedos, más aún en los padres primerizos. La clave para no desesperarse es manejar los conocimientos básicos y adaptarse poco a poco a las necesidades del nuevo integrante de la familia.

 

Cuidados básicos

 

En sus primeros 28 días de vida periodo en que se denomina a una guagua recién nacido o neonato un niño experimenta una serie de cambios, propios de su adaptación a la vida extrauterina.

Muchas veces se asemejan a patologías y causan alarma y temor en los padres, pero corresponden a situaciones normales, ya sea por contacto con el medio externo o por funciones naturales que le suceden durante esta etapa. En la mayoría de los casos no es necesario realizar exámenes y desaparecen de manera espontánea, sin tratamiento.

Dentro de los fenómenos más comunes destacan:

 
  1. Regurgitaciones y atoros: Todo recién nacido tiene algún grado de reflujo. Los pequeños pueden atorarse y votar secreciones, lo que corresponde a un proceso de aprendizaje y coordinación. ¿Qué hacer? En caso de atoro, poner al niño hacia delante y pegar suave en la espalda. Se sugiere no levantarlo de manera brusca ni soplar su cara. Los vómitos y regurgitaciones son normales y en forma ocasional, incluso pueden ser explosivos y salir por la nariz. Lo anormal es cuando son muy seguidos, el niño llora mucho y como consecuencia puede no subir de peso.

  2. Deposiciones: Es normal que un recién nacido tenga tres a siete deposiciones por día, pero también puede pasar uno o dos días sin hacer. Durante el primer día de vida éstas son negras, color acelga el segundo y amarillas el tercero. A partir de entonces son iguales a la diarrea; explosiva, ruidosa, mucosa, líquida y ácida. Así también es normal que haya cambios de color, amarillento o verdoso. Se considera anormal cuando las deposiciones son duras o presentan sangre.

  3. Disminución del peso: Los recién nacidos bajan de peso, porque en los primeros tres días se deshinchan y eliminan meconio. Por lo general, bajan de 200 a 300 gramos, lo que no supera el 10 por ciento de su peso de nacimiento y lo recuperan entre los 10 y 14 días siguientes.

  4. Síntomas respiratorios: Es frecuente que se produzca una reacción en la nariz. Esto genera secreción nasal, que al igual que los estornudos, son normales y no significa que el niño esté resfriado. Esta reacción puede repetirse dentro de la primera semana. La respiración normal de un recién nacido es irregular, con aceleración, desaceleración y pausas cortas (de menos de 10 segundos).

  5. Reflejos habituales: Los tiritones, saltitos y muecas son reflejos normales. No es por frío ni por dolor.

  6. Posición al dormir: Un recién nacido debe dormir en un colchón plano, con la cabecera inclinada (entre 30 y 35 grados), de lado y sin almohada.
 

Cuidados básicos

 
  • Ambiente y temperatura: Lo ideal es mantener un ambiente entre 18 y 21ºC. Es normal que los recién nacidos tengan las manos, pies, orejas y nariz heladas, ya que es la forma cómo eliminan el calor. Se recomienda no abrigarlos en exceso. A la hora de dormir, lo mejor es un pijama de algodón, sábana, una frazada y colcha. Evitar los pijamas térmicos.
  • Cordón umbilical y ombligo: El cordón umbilical es una gelatina inerte, no duele. El aseo debe ser con alcohol puro tres a cuatro veces al día. Ideal mantenerlo seco. Días previos a la caída puede presentarse un leve sangramiento en la zona. El cordón se caerá entre la segunda y tercera semana después del parto. Se recomienda bañar al niño dos días después de caído el cordón.
 

No se preocupe

 

La mayoría de los cambios en el recién nacido pueden parecer enfermedades, pero en la mayoría de los casos no es necesario hacer exámenes y desaparecen de manera espontánea.

 

Señales de alerta

 

Consulte a su pediatra o al Servicio de Urgencia si su guagua tiene fiebre, vómitos y/o colitis, llanto que no cesa, decaimiento, tos, cianosis (cuerpo de color azulado) o si rechaza el alimento. Es normal que su guagua estornude, que tosa ocasionalmente o que le dé hipo.