Codo de Tenista

No sólo los tenistas sufren de este dolor: aquel que al sujetar o torcer algo se irradia desde la parte externa del codo hacia el antebrazo. Sepa qué lo causa y cómo se trata.

“Nunca en mi vida he jugado tenis y usted me diagnostica codo de tenista. La verdad es que no entiendo nada”. Reacciones como ésta son habituales en las consultas de traumatología, ya que esta condición dolorosa, que afecta la parte externa del codo, no necesariamente tiene relación con ese deporte sino que con la realización de movimientos repetitivos de la mano, muñeca o codo. Es más, el 70% de los pacientes prescritos con codo de tenista nunca han tomado una raqueta.

Según explica el traumatólogo de Clínica Las Condes, especialista en cirugía de la mano y codo, doctor Daniel Hinzpeter, la epicondilitis (nombre técnico de esta dolencia) es una lesión que compromete la inserción o llegada al hueso del tendón extensor de la musculatura del antebrazo y muñeca. “Se desarrolla luego de un esfuerzo desmedido y también en relación al sobre uso diario y daño acumulativo por micro-traumatismo”.

Esta enfermedad, común en personas entre 35 y 50 años, causa una inflamación o ruptura de tamaño variable en el tendón que pueden empeorar si no se suspende la actividad que la ocasionó. Si bien puede presentarse en hombres y mujeres, es más frecuente entre los primeros ya que ellos practican actividades de mayor demanda.

¿Qué lo provoca?

El codo de tenista debe su nombre a que, habitualmente, los tenistas lo sufren por una mala técnica de su golpe de revés o como consecuencia de un calentamiento insuficiente.

De esta manera, todos los deportes que involucren el uso de brazos y las actividades como atornillar, martillar, taladrar, pintar muros, usar ininterrumpidamente el teclado, ocupar tijeras, jardinear, hacer trabajos de construcción o de dentista pueden generar esta patología. Otros casos –menos habituales– se deben a incidentes ocasionales como tomar algo muy pesado o tener un evento definido como iniciador de la patología.

“Si bien, comúnmente no está el antecedente de un episodio traumático agudo, sino que horas de exposición a un movimiento repetido, hay veces en que los pacientes llegan a la consulta con molestias debido a un evento específico que no recuerdan y que, en definitiva, fue lo que les provocó el dolor. Es frecuente que, después de un rato, comenten cosas como ‘ahora que recuerdo bien, el otro día moví un mueble’ o ‘¿podrá ser que esto tenga relación con que levanté una maleta muy pesada?’”, agrega el especialista.

Dolor progresivo

El principal síntoma es dolor de intensidad muy variable en la parte externa del codo y, a veces, irradiado al antebrazo. Normalmente afecta al brazo de la mano dominante y los síntomas se agudizan cuando la persona usa su mano o muñeca y vuelve a realizar la actividad que le desencadenó o le mantiene el padecimiento.

Es la flexión y extensión de la muñeca lo que produce molestias en el codo, provocando dolor cuando se levanta peso o se realiza un movimiento como girar una manilla, dar la mano para saludar o tomar una taza de café. Que el dolor sea constante o sólo relacionado al movimiento dependerá de cada paciente.

Las evaluaciones

En primer lugar se evalúa la historia del paciente, sus antecedentes médicos, laborales y/o deportivos y los signos y síntomas característicos del examen físico. Luego se solicita un estudio por imágenes, ya que son importantes para corroborar el diagnóstico. “Una radiografía de codo es habitual en la gran mayoría de los pacientes para descartar otros posibles diagnósticos como algún problema en los huesos, un quiste o un tumor. Por su parte, la ecografía y/o resonancia magnética muestran la alteración de la inserción del tendón. Con éstas se logra ver el grado de inflamación y la eventual ruptura del tendón que puede ser de distintos grados”.

Si bien es una patología molesta y que puede ser prolongada hasta por un año, no requiere de grandes cirugías ni termina en prótesis de codo. “Para lograr una recuperación completa, lo más importante es que los pacientes entiendan la esencia de la patología: no existe un acto que genere el alivio total del dolor sino que es la sumatoria de detalles lo que conducirá a la recuperación”.

Como medidas iniciales de tratamiento, el doctor Hinzpeter recomienda reposo, aplicación de frío local y disminución de la actividad que causó o mantiene la dolencia. Luego se aconseja tomar antiinflamatorios o analgésicos y usar una banda de soporte diseñada especialmente para el codo de tenista. Ésta se usa durante seis a ocho horas diarias y se debe sacar en la noche.

El especialista también sugiere fisioterapia, kinesiología, ultratermia y ultrasonido. “Si bien un porcentaje importante de pacientes se mejora con las medidas antes señaladas, hay un grupo en el cual el dolor se mantiene ya que la patología es más rebelde. En esos casos es posible realizar una infiltración con corticoides, sin embargo, en ocasiones esto sólo genera un alivio transitorio de tres meses. Por otra parte, en el último tiempo, se ha utilizado un tratamiento con infiltración local de factores de crecimiento. Finalmente, hay un porcentaje de alrededor de 8 a 10%, que persistirá con molestias a pesar de todo lo anterior. Es a esos pacientes a los que se indica un procedimiento quirúrgico”.

“Para lograr una recuperación completa, lo más importante es que los pacientes entiendan la esencia de la patología: no existe un acto que genere el alivio total del dolor sino que es la sumatoria de detalles lo que conducirá a la recuperación”.


SÍNTOMAS

  • Dolor de codo que empeora gradualmente.
  • Dolor que se irradia desde la parte externa del codo hacia el antebrazo y dorso de la mano al sujetar o torcer algo.
  • Agarre débil.

TIPS DE AUTOAYUDA

  • Descansar. Lo más importante es dejar de usar el tendón y codo afectado.
  • Aplicar compresas frías por 10 minutos cada dos horas para reducir el dolor.
  • Usar una venda especial para restringir las fuerzas que llegan al tendón. Esto evita que vuelva la patología y disminuye el dolor.

PREVENCIÓN:

  • Calentar el brazo con movimientos suaves antes de realizar cualquier tipo de actividad.
  • No repetir la misma acción por largos períodos. Tomar descansos regulares.
  • Ante cualquier molestia, consultar de inmediato con su médico.
  • Evitar la actividad que causó el dolor y cambiarla por otra.
  • No hacer deporte si hay dolor en el brazo.
  • Evitar volver bruscamente a la actividad que causó la patología una vez recuperado del dolor.
  • Quienes hacen regularmente deportes con raqueta, pidan consejo profesional.
  • Practicar ejercicios dados por un experto para fortalecer el tendón del brazo. Es importante la elongación y el fortalecimiento de los músculos del antebrazo.