Después de dos años de haber sufrido un grave accidente que la dejó parapléjica, Bernardita Sant Cruz continúa casi a diario el trabajo de rehabilitación. Su esfuerzo y actitud positiva han sido clave en este proceso que ha llevado junto al equipo de especialistas de Clínica Las Condes.
Hace dos años la vida de
Bernardita Santa Cruz (27) cambió en 180 grados. Entre sus familiares y amigos era conocida por ser una joven muy activa, amante del deporte y la vida al aire libre. Y parte de esa vida era lo que compartía casi a diario con sus seguidores en Instagram. Por eso, en octubre de 2016, muchos quedaron impactados cuando Bernardita posteó una foto en una de las habitaciones de
Clínica Las Condes agradeciendo las muestras de cariño y pidiendo energías para una pronta recuperación.
Lo que la mayoría no sabía hasta entonces era que unos días antes Bernardita había sufrido un grave
accidente al caer de un canopy en su casa de la playa, quedando como secuela una lesión que la dejó
parapléjica.
“Era una altura no muy importante, unos dos metros, pero caí mal y mis huesos estaban débiles. Me quebré de inmediato”, recuerda Bernardita mientras sale de una de sus
sesiones de kinesiología que sagradamente realiza en la clínica.
“Al principio tenía kinesiología todos los días, pero ahora vengo tres veces a la semana y lo combino con pesas y con el gimnasio. Es el único deporte que hago, así que me encanta”, cuenta.
El accidente de Bernardita
El día del accidente lo recuerda perfecto, nunca perdió la conciencia. La trasladaron al Servicio de
Urgencia de Clínica Las Condes donde la recibió el
doctor Carlos Valenzuela, traumatólogo especialista del
Centro de Columna. “Cuando llegué a la clínica tenía mucho dolor, pero no me podían dormir porque necesitaban saber en qué zonas tenía sensibilidades y en cuáles no”, recuerda Bernardita.
Luego entró a pabellón. “Al principio me sentía pésimo, no entendía nada. Había mucha gente y yo dejaba que entraran todos. Pero al mismo tiempo había mucha preocupación, sobre todo por la parte emocional”.
No era fácil asumir que de ahí en adelante no sentiría su cuerpo desde el ombligo hacia abajo, y que debería trasladarse en silla de ruedas. Sin embargo, desde el primer día Bernardita demostró una enorme fortaleza a pesar de todo lo que se veía por delante.
Durante los tres meses que estuvo hospitalizada tuvo sesiones de rehabilitación todos los días, durante varias horas. La terapia ocupacional, por su parte, le ayudó para aprender a
manejar la silla de ruedas y lograr moverse de un lugar a otro con mayor independencia y autonomía.
“A pesar de la situación, amaba a las enfermeras, a los terapeutas… Después de tanto tiempo pasaron a ser como mi familia, hasta el día de hoy”, explica Bernadita.
Bernardita cuenta que al momento de tener que trasladarla a Santiago, cuando ocurrió el accidente, su familia decidió que la mejor opción era Clínica Las Condes. “Poder haber llegado acá fue genial. Estoy full agradecida de que mi papá tuviera los medios para poder estar acá. Yo sé que al final este es el mejor lugar para tratarse”, dice.
Diagnóstico y tratamiento
El
doctor Carlos Valenzuela, traumatólogo de columna, estuvo a cargo de la cirugía que le realizaron a Bernardita pocas horas después de haber llegado a la Urgencia.
“El estado de Bernardita era grave, con una
lesión medular completa debido a una
fractura en la columna toracolumbar. Si pronóstico era de severidad máxima y la única opción de tratamiento era la alternativa quirúrgica. Esta cirugía consiste en estabilizar el segmento de la columna lesionada mediante un sistema de tornillos y barras que van adosadas a las vértebras, asociado a una
descompresión del canal raquídeo (donde está la médula espinal), en el menor tiempo posible desde la lesión”, explica el traumatólogo.
A pesar de la complejidad, el especialista destaca la gran capacidad de superación que Bernardita ha demostrado en todo este proceso, lo que le ha permitido ir avanzando. “Incluso en estos momentos, gracias a su esfuerzo y al apoyo de nuestros kinesiólogos, ella es capaz de levantarse y realizar pasos con la ayuda de soportes externos”, cuenta.
Buscar la independencia
Desde que salió de cirugía, el principal objetivo de la terapia de rehabilitación de Bernardita ha sido que logre la mayor
independencia y autonomía posible en cada una de las etapas.
“En un comienzo el trabajo se enfocó en lograr confianza y funcionalidad con la silla de ruedas, porque la Berni estaba muy temerosa”, cuenta
Paula Zanetta, kinesióloga de Clínica Las Condes, que la ha acompañado en su rehabilitación durante casi todo el último año. Luego, el objetivo era que lograra trasladarse sola desde el suelo a la silla de ruedas y que pudiera realizar actividades de la vida diaria por sí misma. Más tarde, llegó el momento de aprender a manejar de nuevo.
Para eso, era importante el trabajo de:
1. Fortalecimiento muscular.
2. Mantención de postura.
3. Reeducación de marcha terapéutica con la ayuda de unas órtesis especiales.
“De esta manera, además de entregarle autonomía, se evitan riesgos de sufrir otras complicaciones físicas como osteoporosis y se mantienen lo más activo posible y en el mejor estado la musculatura, los huesos y otros sistemas como el cardiovascular”, explica la especialista.