El tratamiento para pellizcamiento de cadera es casi siempre quirúrgico. En pacientes con poca deformidad, de edad avanzada y que no tienen una carga significativa de actividad física, puede optarse por un manejo no quirúrgico, con
antiinflamatorios y kinesioterapia, lo cual tiene efecto en la
inflamación periarticular.
La infiltración de cadera consiste en
inyectar la cadera con corticoide bajo apoyo radioscópico. Este procedimiento busca
eliminar el dolor agudo de cadera. El corticoide genera un efecto antiinflamatorio local durante un tiempo prolongado, disminuyendo o eliminando los síntomas de dolor por un periodo variable.
En pacientes jóvenes, activos y que tienen una deformidad evidente, probablemente tengan una indicación quirúrgica.