El esguince de pie es frecuente y puede requerir tratamiento médico. Clínica Las Condes explica sus síntomas, tratamiento y cuándo consultar a un especialista.
El esguince de pie es una de las lesiones musculoesqueléticas más frecuentes y ocurre cuando los ligamentos (
estructuras que conectan los huesos entre sí y estabilizan las articulaciones) se estiran o se desgarran a causa de un movimiento brusco, una torcedura o un mal apoyo.
Aunque muchas veces se asocia a la práctica deportiva, también puede presentarse en la vida cotidiana, como al bajar escaleras, tropezar o pisar en terreno irregular. Conocer sus síntomas y cómo actuar a tiempo es clave para una recuperación completa.
¿Cómo se produce un esguince?
El esguince de pie se origina principalmente por una torsión del tobillo, que provoca la distensión o ruptura de los ligamentos. Según la gravedad de la lesión, puede clasificarse en tres grados:
- Grado I (leve): estiramiento leve de los ligamentos con dolor y mínima inflamación.
- Grado II (moderado): desgarro parcial con dolor más intenso, hinchazón, hematoma y dificultad para caminar.
- Grado III (grave): ruptura completa del ligamento, dolor intenso e inestabilidad articular.
Síntomas más comunes
Los signos de un esguince de pie suelen presentarse inmediatamente después de la lesión e incluyen:
- Dolor al apoyar el pie o al mover el tobillo.
- Hinchazón y enrojecimiento.
- Hematomas alrededor de la zona afectada.
- Sensación de debilidad o inestabilidad al caminar.
- En casos severos, imposibilidad de apoyar el pie.
Tratamiento
En casos leves, el tratamiento suele ser conservador e incluye reposo, analgésicos y fisioterapia. Sin embargo, si el dolor es intenso, hay hematomas extensos o el paciente no puede apoyar el pie, es fundamental acudir a un especialista en traumatología o medicina deportiva.
En lesiones graves (Grado III), puede ser necesaria una inmovilización prolongada o incluso cirugía para reparar los ligamentos.
El equipo de Tobillo y Pie de Clínica Las Condes señala que “
la kinesioterapia es parte fundamental en la rehabilitación de este tipo de lesiones. Nos permite fortalecer peroneos, la musculatura está ahora del tobillo, nos permite trabajar equilibrio y percepción”.
En el caso de que tu tobillo siga inestable después de un esguince, “lo más probable es que
estés cursando con una inestabilidad crónica y requieras de algo más, lo que normalmente es
rehabilitación kinésica”, comenta el equipo de Tobillo y Pie.
En Clínica Las Condes contamos con especialistas en traumatología especializados en tobillo y pie que realizan una
evaluación precisa, indican el tratamiento más adecuado y acompañan el proceso de recuperación para evitar complicaciones a largo plazo.
Un esguince tratado a tiempo tiene un excelente pronóstico. Escuchar a tu cuerpo y consultar oportunamente puede marcar la diferencia en tu salud articular.