Muchas personas prefieren en la actualidad el uso de tacones porque estilizan la figura y generan altura, sin embargo, en algunos casos, ocupar este tipo de calzado puede generar problemas de salud. Conoce los riesgos más comunes al utilizar este tipo de zapatos.
El doctor Pablo Ruiz, traumatólogo de Clínica Las Condes y staff del
Equipo de Tobillo y Pie, explica que el uso de tacones altos produce un cambio en la distribución del peso corporal, ya que se genera un cambio en el centro de gravedad.
Además, el cuerpo de quienes los usan se adapta generando cambios posturales, transmitiendo de una forma no equilibrada la fuerza, lo que provoca una sobrecarga en pies, rodillas y zona lumbo-pélvica.
Pero eso no es todo, ya que, dependiendo de la forma y modelo del zapato con altura, también puede generar problemas específicos en piernas, tobillos y pies.
Problemas habituales por el uso de tacones
Uno de los problemas que genera el uso de zapatos altos, es que disminuye el peso sobre la zona del talón y se incrementa en la zona anterior del pie, sobrecarga que es proporcional a la altura del taco, produciendo problemas tales como:
- Dolor y progresión del juanete, deformidades de los dedos del pie (dedos en garra o martillo).
- Dolor y callosidades bajo la cabeza de los metatarsos.
- Dolor en la planta del pie (fascitis plantar).
- Dolor o inestabilidad del tobillo.
- Dolor o calambres en la parte de los gemelos.
- Dolor en la rodilla y en la zona lumbo-pélvica.
¿Tiene algún beneficio el uso de tacones?
Los especialistas indican que, en países desarrollados, se ha estudiado el efecto de los tacos en la población femenina, cuyos resultados arrojaron beneficios sociales, psicológicos y estéticos. Así como también, una mayor percepción de atractivo en quienes los utilizan y sensación de una postura estilizada por el aumento de la curvatura lumbar.
¿Qué zapatos son recomendables?
En caso de utilizar tacones, se recomienda que se usen de manera ocasional y para evitar efectos negativos los especialistas recomiendan lo siguiente:
- Altura de tacón de 2 centímetros, con un máximo de 4,5 cm de altura.
- Calzado con la punta amplia para los dedos (al menos 19,7 milímetros).
- Que la parte trasera del zapato sea cerrada y que tenga sistema de broche en el empeine para facilitar la marcha.
- La suela debe tener un espesor de entre 8 a 10 milímetros y debe ser de un material que permita la amortiguación, reforzado con madera o acero.
- La plantilla debe permitir una buena acomodación del retropié, con materiales que amortigüen la zona del talón y almohadillado bajo la zona de apoyo anterior del pie.
¿Cuándo consultar a un especialista?
- Dolor, tensión, punzadas o calambres persistentes en el pie, tobillo, piernas, rodilla o zona lumbosacra, que aumenta con el uso de tacones altos.
- Presencia de callosidades en el juanete o en la planta del pie.
¿Cuáles son los problemas más comunes de consulta?
Lo más común en pacientes que llegan a la consulta es por molestias o dolores relacionados con los juanetes, la fascitis plantar e inestabilidad del tobillo por esguinces de repetición.
Tratamientos
Los tratamientos dependen del problema específico que presenta el paciente, por lo cual, estos pueden ir desde la modificación del calzado, uso de plantillas, ejercicios de elongación y/o fortalecimiento dirigido.
En caso de que el manejo conservador no tenga el resultado esperado, se podría llegar a requerir una cirugía para resolver el problema.