Pie diabético

Si bien, no todos los diabéticos presentarán esta complicación, siempre es recomendable tener un cuidado especial y mantener el control de la enfermedad.


El pie diabético es un trastorno provocado por el daño progresivo de la enfermedad que causa problemas en las arterias periféricas que irrigan el pie, provocando trastornos sensoriales, úlceras en la planta y atrofia de la piel.

Como estas lesiones transcurren sin dolor -al perder la sensibilidad- pueden agravarse antes de que el paciente pida ayuda especializada, empeorando una simple cortadura, llaga o ampolla.

Según las estadísticas, al menos un 20% de los pacientes diabéticos serán hospitalizados al menos una vez en su vida por problemas de pie diabético. Además, se estima que entre un 1 y 5% presenta una úlcera activa al año.

Estas cifras incentivan al equipo del Centro de Diabetes de Clínica Las Condes a educar y fortalecer los cuidados de los pies, sumado a la alimentación, actividad física y el constante automonitoreo.

El cuidado de los pies

El grupo del Centro de Diabetes reúne a un equipo multidisciplinario de profesionales que abarcan todos los ámbitos de la enfermedad. De esta forma, el podólogo Joel Lizana, se encarga del cuidado y prevención de heridas en los pies de los pacientes que integran la unidad.

“Es importante que todos se preocupen por los pies, sin embargo, los pacientes diabéticos deben tener un cuidado muy especial. Si bien, no todos presentan pie diabético, es importante ponerse en manos de alguien que realmente sepa de la afección”, explica el especialista.

Además, hace referencia a distintas patologías que pueden enfrentar los diabéticos. Entre ellas, la neuropatía (cuando el paciente empieza a perder la sensibilidad) y los problemas vasculares, es decir, una mala circulación a nivel del pie. “Cuando estamos frente a estos casos, es recomendable revisarse constantemente porque, por lo general, si se hacen una herida sólo se dan cuenta cuando empiezan a sangrar”, explica.

Si se producen heridas y tienen problemas de circulación, no habrá un aporte sanguíneo, por lo que la cicatrización será deficiente o escasa. “Muchos pacientes se dan cuenta que tienen diabetes porque una herida no se les sana”, agrega.

¿Cómo evitar complicaciones?

  • Usar calzado cómodo
    Si bien, el podólogo es el encargado de ver, diagnosticar, recomendar y cuidar un pie diabético, es necesario que los pacientes también reconozcan la sensibilidad que tienen para mejorar la protección y comodidad. Por eso, es recomendable que los pies estén cómodos, por eso es importante revisar el calzado diario.

    “Hoy existe calzado especial para diabéticos, calcetas con fibras de plata o cobre, todo para ayudarlos en el día a día. También es recomendable revisar los zapatos antes de ponérselos para ver si hay algo en el interior que pueda molestar”, explica Joel.
  • Calcetines claros
    Así como el calzado, también es importante el uso de calcetines nuevos y sin costuras gruesas. “Los calcetines claros ayudan al descubrimiento de heridas. Como no se tiene sensibilidad, los pies pueden sangrar, por lo que es más fácil notar manchas o humedad. Además, nunca hay que usar calcetines remendados”.
  • Evitar el talco
    Es mejor humectar el pie en vez de echar talco. “Con talco no es bueno porque generalmente reseca la piel, lo que puede aumentar grietas. En el mercado hay cremas especiales para diabéticos, así que es mucho mejor humectarlos”.
  • No lavarse con agua muy caliente
    Al perder la sensibilidad, es necesario revisar el agua antes de meter los pies. “Generalmente, los codos son un buen ejemplo para notar el calor”.
    Además, es bueno lavarlos con jabón neutro, abarcando todas las zonas. Por su parte, es esencial secarlos bien, sobre todo en la zona de los dedos, evitando lastimarlos o presionarlos mucho.
  • Automonitoreo
    Es importante revisarse los pies todos los días. “Si la planta no se ve, puede usar un espejo para ver si todo está bien”.
    La visita al podólogo se realiza -idealmente- una vez al mes, sin embargo el trabajo en casa es de todos los días. Por eso es necesario mirar y consultar ante cambios como pequeñas lesiones, picazón, áreas con un color anormal, calambres o uñas encarnadas.
  • No usar guatero en el invierno
    En el invierno es recomendable no usar nada muy caliente como un guatero. Los que tienen problemas vasculares también deben tener este cuidado.
    “También es aconsejable no usar calcetines durante la noche, pues es el único momento en que los pies descansan”, detalla el especialista.
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