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Cuidar a un recién nacido es un gran desafío. Surgen inseguridades y miedos, más aún en los padres primerizos. La clave para no desesperarse es manejar los conocimientos básicos y adaptarse poco a poco a las necesidades del nuevo integrante de la familia.
Han sido uno de los avances más importantes en el campo de la salud, pese a que en la actualidad algunas organizaciones intentan deslegitimar sus beneficios y atribuirles una serie de efectos negativos. ¿Cuánto hay de cierto y cuánto de mito?
Llega marzo y comienza un año de nuevos desafíos para nuestros hijos, de prescolares a universitarios. Pasar a otro curso, aprender materias hasta ahora desconocidas, adaptarse a nuevas normas, compartir con los amigos… Entonces, ¿cómo ayudarlos en esta gran tarea?
Puede tratarse de exantema súbito, la primera peste que afecta a los niños. Entonces, ¿cómo reconocerla?
En estos meses de verano hay que tener especial cuidado con las guaguas y niños pequeños, que son más susceptibles a los cambios de temperatura.
Aunque las piscinas son la principal causa de asfixia por inmersión al acercarse el verano, no hay que olvidar que un niño puede ahogarse en pocos centímetros de agua: WC, bañeras, baldes, canales o piscinas plásticas.
Desde el momento en que nacen, a los niños se les controla el peso, la talla y el perímetro craneal. Esto último es fundamental ya que es una evaluación indirecta de cómo crece el cerebro.
Que el niño no coma de forma regular o que la hora de comida se transforme en un “desagrado”, podría indicar un problema.
Esta es una de las principales aprensiones de padres con niños de edades entre los 2 y 5, una de las razones para la primera visita al traumatólogo.
Son muchos los motivos que pueden influir en este mal hábito. Hay que corregirlo para prevenir sus complicaciones.
Entérate cómo afectan a los niños.