¡A comenzar bien el año!

Llega marzo y comienza un año de nuevos desafíos para nuestros hijos, de prescolares a universitarios. Pasar a otro curso, aprender materias hasta ahora desconocidas, adaptarse a nuevas normas, compartir con los amigos… Entonces, ¿cómo ayudarlos en esta gran tarea?

Sin duda que los buenos hábitos son parte importante y saber inculcarlos de acuerdo a la edad y contexto de cada niño puede marcar una gran diferencia.

Que duerman las horas necesarias, que aprendan técnicas de estudio, que sepamos reconocer a tiempo algún problema que los esté afectando, que tengan un estilo de vida saludable y que, en definitiva, puedan disfrutar plenamente su etapa estudiantil, son también desafíos para los padres.

A continuación, algunos de los aspectos más relevantes a tener en cuenta durante este período y el consejo de los especialistas de Clínica Las Condes para que este año 213 sea “un siete” en todo sentido.

Preescolares: bienvenidos a un mundo nuevo

Ya sea la entrada al colegio o jardín infantil, los padres deben ir preparando en forma gradual el inicio de esta etapa y volver a las rutinas familiares después de las vacaciones es un buen punto de partida.

Hacerlo con tiempo es lo que recomiendan los especialistas: comenzar poco a poco a acostumbrar a los niños a un nuevo horario para despertar, almorzar, dormir la siesta e irse a acostar, lo que contribuye a que la adaptación sea más fácil.

También ayuda en este proceso involucrarlos lo más posible en sus nuevas responsabilidades, como dejar que elijan su ropa el día antes o preparen su colación; permítales llevar un juguete apropiado para ayudarlos a sentirse más seguros (sin imponérselos), el “primer gran día”.

Por último, es preferible que al comienzo los niños vayan por períodos cortos al jardín y que estos que se vayan prolongando en forma progresiva. En este sentido, es importante llegar con tiempo en la mañana (que no tengan que entrar corriendo atrasados) y que, a la hora de ir a buscarlos, los padres sean siempre muy puntuales; esto ayuda a manejar la ansiedad.

Tips para padres

  • Trate que sus hijos expresen sus temores o preocupaciones
  • Deje a sus hijos en la mañana siempre con un abrazo y una sonrisa. Eso les ayudará a crear sentimientos positivos acerca de la nueva experiencia.
  • Establezca una rutina y hágalos responsables de ordenar sus cosas cada día.
  • Cuento de buenas noches: Compartir un momento al final del día no sólo fomenta el lenguaje y la lectoescritura, sino que también es una instancia donde pueden conversar acerca de cómo se sintieron en el jardín o colegio.

Educación básica


Fomentar buenos hábitos de estudio desde que los niños son pequeños es una verdadera inversión a largo plazo, pese a que muchas veces no es una tarea fácil. Parta desde lo más básico, como hacerlos repasar lo aprendido cada día en el colegio, dedicándoles diariamente al menos 30 minutos.

En este proyecto los especialistas recomiendan establecer un horario fijo en común acuerdo con los niños (para evitar toparte con el programa de televisión favorito o la hora en que salen a jugar con los amigos del barrio); buscar un lugar adecuado, bien iluminado y sin ningún tipo de distracciones; mostrar interés por las cosas que están aprendiendo; facilitar técnicas de estudio (enseñar a subrayar, resumir, hacer esquemas) y calendarizar mensualmente trabajos o pruebas importantes.

A medida que avanzan en la enseñanza básica, los niños irán adquiriendo progresivamente mayor autonomía en su trabajo, aunque siempre será de suma relevancia ayudarlos a mantener buenos hábitos, ya que ello les permitirá desarrollar un sistema de trabajo individual, adecuado a su estilo de aprendizaje.

Tips para padres

  • Los niños en edad escolar deben dormir por lo menos 8 horas diarias para rendir adecuadamente. Deben alimentarse bien y jamás salir de la casa sin haber tomado desayuno.
  • Enseñar con tiempo y dedicación métodos y hábitos de estudio y procurarles un ambiente apto.
  • Si existen problemas de rendimiento escolar, analizar lo que ocurre y no catalogar a los niños de flojos. Pedir ayuda.
  • Si hay antecedentes de problemas de aprendizaje, asegurarse de que exista un seguimiento periódico por parte delos profesores y también en la casa.
  • Mantener una buena comunicación con el colegio y formar una alianza, no una “guerra”.
  • No focalizar la atención sólo en las notas. Lo importante es reconocer y fortalecer el esfuerzo.

Educación media


Según algunos estudios, la falta de sueño en adolescentes puede ser una verdadera bomba de tiempo, ya que está demostrado su asociación con problemas cognitivos y emocionales, bajo rendimiento escolar, accidentes y enfermedades psicológicas.

Incluso, investigadores han descubierto que los adolescentes necesitan más sueño que niños y adultos para funcionar en forma óptima al día siguiente: desde el inicio de la pubertad hasta después de los veinte años, requieren dormir alrededor de 9 horas diarias, algo que muy pocos hacen en forma regular.

Quedar con una deuda de sueño se traduce en una serie de efectos secundarios como ánimo bajo, irritabilidad, miedo o problemas de conducta (de hecho, algunos síntomas de somnolencia, como la incapacidad de concentrarse, impulsividad, dificultad para estar quieto o problemas para completar tareas, pueden confundirse con síntomas de déficit atencional con hiperactividad).

Por otra parte, estudios realizados en el Harvard Medical School han descubierto que el aprendizaje continúa mientras la persona duerme: el cerebro consolida y retiene lo aprendido en el día durante las horas de sueño. Esto significa que dormir bien después de haber estudiado o aprendido algo es tanto o más importante que un buen sueño reponedor después de una prueba.

Tips para padres

  • Evitar dar a niños y jóvenes cafeína y otros estimulantes en la tarde.
  • Bajar las luces de la casa al atardecer y exponerlos a la luz solar al despertar.
  • Tratar de que todos “bajen las revoluciones” antes de ir a dormir y procurar un ambiente propicio e inductor de un buen sueño: acostarse alrededor de las 22 horas, apagar el computador y la TV por lo menos una hora antes.
  • Dejarlos dormir los fines de semana, pero no más allá de 2 a 3 horas que la habitual por pegarse “atracones de sueño” confunde más el reloj interno.

Universitarios


Entrar a la universidad implica una serie de cambios en la rutina de los jóvenes, por lo que los padres deben estar atentos a guiarlos y acompañarlos en esta etapa de transición, donde la mayor libertad debe ir necesariamente acompañada de mayor responsabilidad.

Es que cuando los hijos dejan el colegio adquieren otros ritmos de vida. Hay días que se levantan más tarde, no siempre llegan a almorzar o a comer, se quedan estudiando hasta altas horas de la noche, y se mueven en general con mucha autonomía. Por ello, los especialistas recomiendan estar atentos ya que muchos trastornos se desarrollan a partir de este cambio de rutinas, como los trastornos alimentarios, el consumo excesivo de alcohol y eventualmente de drogas, o el inicio de una vida sexual activa.

Tips para padres

  • Mantener la cercanía emocional con los hijos y crear espacios placenteros de comunicación y cercanía, convidándolos al cine, a tomar un café o a comer.
  • Mantener las comidas en familia con cierta regularidad, ya que no sólo constituyen una instancia de encuentro, sino también un momento propicio para establecer buenos hábitos alimentarios. El sobrepeso y trastornos como la anorexia y bulimia, entre otros, son muy frecuentes en esta etapa.
  • Pese a que ya no se puede tener absoluto control sobre los hijos, sí se debe mantener su influencia sobre ellos. Es importante hablarles en forma clara de los riesgos a los que se exponen con conductas como el consumo desmedido de alcohol o la sexualidad irresponsable.
  • Mantener algunos límites importantes. Pueden ser tan básicos como que su hijo continúe avisando siempre que duerma fuera, y tan importantes como que no le está permitiendo manejar si ha tomado trago.
  • Quitar privilegios cuando se han trasgredido los límites establecidos.