Mi Clínica
 

Si desea crear su cuenta de acceso debe dirigirse a cualquier módulo de informaciones para solicitar su clave. En caso de no tenerla, puede pedirla aquí

 
 
logo clc
  logo clc
Recién Nacido

Apego

Tiene que ver con los vínculos emocionales que la guagua desarrolla con la mamá y, posteriormente, con el papá. Es un proceso que se nutre y construye lazos en días, semanas o meses.

La guagua no tiene conciencia ni control frente a sus emociones, es por esto, que es absolutamente dependiente de su madre. La crianza forja el carácter de la guagua y mediante el llanto manifiesta sus necesidades para que la madre las atienda, aprendiendo a auto conocerse y regularse a través de esta dinámica.

El llanto de la guagua logra una respuesta inmediata en la madre, la que atiende para calmarlo, esto se debe al instinto maternal que se traduce en la relación de apego entre los dos.

El generar apego es fundamental, porque la capacidad cerebral se desarrolla durante los primeros años de vida. Las conexiones de que tienen relación a las emociones dependen exclusivamente de las vivencias de la guagua durante los primeros 12 meses. Es por esto que, durante el primer año de vida de tu hijo, debes centrarte en quererlo, atenderlo, educarlo y cuidarlo para así lograr que se desarrollen las conexiones nerviosas de la empatía y la estabilidad emocional. Una buena relación de apego aporta al desarrollo de inteligencia emocional, que ayuda a la adaptación y relación sociales.

El recién nacido también establece una relación de apego con el padre. Entre más cercano sea el padre, más probable es que se establezca apego entre ellos.

El padre en los primeros meses es el fundamental apoyo de la madre. Él aporta una dinámica con la guagua de juegos y estímulos, esto es beneficioso para consolidar la relación padre e hijo.

¿Cómo lograrlo?

El apego se puede desarrollar a través de un sistema de estimulación que recupere los elementos esenciales de crianza de nuestra especie: el tacto, la comunicación entre los padres y sus hijos a través de los sentidos, dejando de lado, por un momento, todo esto que ha inventado la modernidad, los juguetes y artefactos tecnológicos que van entorpeciendo todo este proceso que debería ser mucho más simple, mucho más natural, volviendo a nuestros orígenes.

El niño reconoce "su territorio" a través de los sentidos: tacto, olfato, audición, olfato, gusto y visión.

Visión

Los recién nacidos tienen visión, su rango óptimo es entre 50 y 100 centímetros. Para lograr un apego visual, debes mirarlo de frente, poniéndose en su rango, hablándole.

Audición

El recién nacido desarrolló la audición antes del parto, en el útero. Es por esto que reconoce los sonidos del corazón y respiración de la mamá. Luego, empieza a registrar el sonido de las voces de los padres. Un ensayo de comunicación es hablarle con gestos faciales e inflexiones de voz.

Olfato

Es importante poner en contacto al pequeño con los olores del papá y de la mamá, sin perfume. Esto genera un elemento de atracción para el recién nacido.

Gusto

La lactancia materna es un nexo vital y fundamental para la estimulación precoz.

La importancia de la piel

En etapas tempranas del desarrollo, la piel es el principal sentido que comunica al niño con sus padres y con el mundo que lo rodea, mucho más que la vista o la audición.

Es el órgano que cumple la función de comunicación y estimulación entre el pequeño y el medioambiente que lo rodea.

Distintos estudios han demostrado que fue el contacto piel a piel entre el recién nacido y sus padres lo que permitió que el cerebro humano aumentara el número de sinapsis entre las neuronas y creciera más que el de cualquier primate.

Los niños piden el contacto físico, sobre todo, entre las 18:00 y 23:00 horas. Si es que lloran es porque tiene necesidades insatisfechas, quiere comunicar algo que no logra transmitir. Se calman solo si los toman en brazos. Unas de las actividades que estimulan este sentido son los baños y masajes.

La Kapulana es una buena herramienta para fomentar el apego. Es una palabra africana para nombrar a una prenda larga de algodón elasticado que permite a los padres amarrarse a la guagua y portarlo, favoreciendo el contacto piel a piel y el apego durante los primeros meses. El uso de la kapulana busca recuperar la crianza en brazos y el contacto cutáneo entre niños y padres en etapas tempranas del desarrollo. Se puede usar desde los primeros días hasta los tres años.

El uso de esta prenda les otorgará comodidad, portabilidad, facilidad del sueño, seguridad y disminución de reflujo.

El valor del apego

Un apego seguro entre el niño y sus padres sólo trae beneficios para ambas partes. Para los padres, disminuye el estrés y en los más pequeños existe una mejor regulación del sueño, disminuyen los cólicos y el estreñimiento, y estimula el desarrollo temprano. Otras investigaciones han demostrado que cuando los niños tuvieron un apego seguro de pequeños cuando crecen disminuyen las conductas de riesgo psicosocial y el riesgo de adicciones.

• Es una necesidad biológica tan importante como comer o respirar. Tal como la leche es esencial para que el bebé pueda crecer, el contacto temprano lo es para que su cerebro pueda desarrollarse con todo su potencial.

• Estos vínculos de apego iniciales serán una guía para las relaciones que el niño establezca en el futuro y tendrán importantes implicancias en sus sentimientos de seguridad autoestima y capacidad para enfrentarse al mundo.

• A pesar de que los vínculos de apego se siguen construyendo y consolidando a lo largo de toda nuestra vida, los primeros años son un periodo esencialmente importante pasa su desarrollo.

• Un vínculo de apego seguro (sano o saludable) le entrega a la guagua un "paragua protector", que lo pueda ayudar a enfrentar y superar de mejor manera los desafíos que se le presenten a lo largo de toda su vida.
 

Vista 931 veces