Disney en familia
Por Guillermo Acuña
Infectólogo Centro de Medicina del Viajero
Para muchas familias el destino de las vacaciones es Orlando y todo el mundo de Disney. En el caso de los niños, antes de viajar es bueno conversar con el pediatra para ajustar las dosis y saber las principales dificultades que puedan tener.
• Dolor de oídos
Este es un problema frecuente en el despegue y aterrizaje del avión, que ser motivo de preocupación. La diferencia de presión que se produce provoca dolor en las personas que están cursando un resfrío o sufren de congestión.
En el caso de los niños, se produce, aunque no estén resfriados, porque sus conductos son más estrechos. Por eso, la recomendación general es chupar un dulce o masticar chicle para los más grandes y, en el caso de los pequeños, utilizar un chupete o tomar jugo o leche en una mamadera.
• Entretención
La entretención de los niños, es un elemento a considerar. Algunas veces se aburren porque no hay juegos a bordo del avión. Para evitar que estén intranquilos, se recomienda llevar en la cabina un juguete o juego al que ellos estén acostumbrados. Lo mismo se debe hacer con la comida: si los platos que se ofrecen a bordo no son del gusto de los niños, es bueno llevar cereales o galletas que sean de su agrado.
• Agua y comida
Ya en el lugar de destino, las precauciones con el agua y las comidas se deben extremar. Las comidas al paso y los jugos de fruta que se hacen con agua no embotellada pueden acarrear más de alguna complicación estomacal. Esto es especialmente válido en países con déficits sanitarios, que no es precisamente el caso de Estados Unidos.
• Identificación de enfermedades
En el caso de los niños con enfermedades como diabetes insulinodependiente, epilepsia o que hacen shock anafiláctico con el veneno de una abeja, es bueno que lleven un brazalete o un colgante al cuello con la identificación de lo que padecen. Si el niño se desmaya, porque tiene el azúcar muy alta o muy baja, será más fácil saber el motivo para quienes están a su alrededor. O si se pierde, las demás personas podrán saber a qué atenerse.
Ojo también con las largas horas de vuelo porque pueden provocar el conocido "síndrome de la clase turista" o trombosis venosa profunda. Esta consiste en un coágulo que se produce por muchas horas sentado o sin movimiento. Ese trombo puede provocar dolor y adormecimiento en la zona afectada. Por esta razón, si haces un viaje de más de cuatro horas, recuerda usar ropa cómoda y holgada para que no aprietes la zona inguinal.
Por otro lado, cada una hora de viaje, el consejo es levantarse del asiento y caminar cinco minutos.
Esperamos que estas recomendaciones te ayuden. Disfruta tu viaje.
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