El concepto de humanización de la atención médica está estrechamente relacionado con la evolución del modelo de atención a lo largo del tiempo. En el pasado, prevalecía un modelo paternalista en el que los médicos asumían un rol de autoridad y los pacientes eran vistos como receptores de atención médica, con poca participación en la toma de decisiones relacionadas con su propia salud. Los médicos tomaban decisiones en nombre de los pacientes, basándose en su propio conocimiento y criterio profesional. El objetivo principal era combatir la enfermedad y evitar la muerte a cualquier costo, lo cual era comprensible debido a las altas tasas de mortalidad de esa época.
Sin embargo, a medida que se avanzó en el conocimiento de las enfermedades y se estandarizaron los procesos, se produjo un cambio de enfoque. A partir de la década de los 70, se comenzó a reconocer la
importancia de los derechos de los pacientes, incluyendo la seguridad en la atención, la autonomía y el derecho a la información. Estos valores se convirtieron en pilares fundamentales para establecer una relación médico-paciente más equitativa y colaborativa.
Sin embargo, en este enfoque centrado en la enfermedad y en la eficacia de los tratamientos aun con la participación activa de los enfermos, a menudo ha descuidado un aspecto esencial: el
componente humano de la atención médica. A partir de la década de los 90, una logarítmica ola de estudios de investigación demostró la relación existente entre la implementación de estrategias del concepto de
“Atención Centrada en Personas” y los resultados clínicos valorados tanto en el eje físico como el eje psíquico tanto de pacientes como de su entorno familiar y en el equipo de salud.
Estos estudios revelaron de manera contundente cómo el enfoque centrado en la persona
impacta de manera positiva en la calidad de los resultados clínicos. Tanto los pacientes como su entorno familiar experimentan mejoras significativas en su bienestar físico y emocional cuando reciben una atención que se basa en sus necesidades individuales, preferencias y valores. Además, el equipo de salud también se ve beneficiado por esta perspectiva centrada en la persona; se ha demostrado que al tener en cuenta los aspectos emocionales y sociales de los pacientes, los profesionales de la salud experimentan una mayor satisfacción laboral y un mayor sentido de propósito en su trabajo. Esto, a su vez, contribuye a un mejor ambiente de trabajo y a una mayor eficacia en la atención brindada.
En
Clínica Las Condes, somos plenamente conscientes de la necesidad de aplicar un modelo de atención centrado en las personas. Reconocemos que
cada individuo es único, con necesidades y circunstancias particulares, y que su bienestar no puede ser reducido únicamente a la lucha contra una enfermedad.
Es por eso que nos enorgullece contar con un experimentado grupo de profesionales dedicados a gestionar la transición continua del modelo centrado en enfermedades al modelo centrado en personas. Nuestro equipo está comprometido en proporcionar una
atención integral y personalizada, donde se priorice el respeto por la dignidad y la autonomía de cada paciente.
A través de un enfoque humano y empático, nos esforzamos por establecer una conexión genuina con aquellos que confían en nosotros para su atención médica. Valoramos la comunicación abierta y efectiva, fomentando la participación activa del paciente en su propio proceso de atención y toma de decisiones.
En Clínica Las Condes, estamos comprometidos en continuar evolucionando hacia un modelo de atención centrado en las personas. Reconocemos que cada avance en este sentido es un paso hacia adelante en la búsqueda de una
atención médica más humana, integral y efectiva.
Dr. Jorge Dreyse, Broncopulmonar. Jefe de la Unidad de Pacientes Críticos.
Dr. Fabián Torres, Médico Intensivista.