En Ontario, Canadá, un equipo de enfermeras y enfermeros formó en 1925 una asociación que se fijó como objetivo influir en las políticas de salud pública y al mismo tiempo, promover la excelencia en la práctica clínica.
Y lo consiguieron. Desde el año 2002, la
RNAO (Registered Nurses´ Association of Ontario), ha creado 55 Guías de Buenas Prácticas Clínicas basadas en la mejor evidencia científica a las que instituciones de distintos países adhieren buscando la estandarización de los cuidados.
Clínica Las Condes, adscribió a esta asociación en el año 2011 y desde 2014 la RNAO califica a esta institución como un centro comprometido con los cuidados de excelencia o BPSO (Best Practices Spotligth Organizations), convirtiéndose en el primer centro en Chile en adquirir esta categoría. Esto implica que se firma un contrato entre ambas partes y, en este caso, Clínica Las Condes, se compromete a implementar estas guías.
La participación de los funcionarios de distintos estamentos de la Clínica, es fundamental dice la enfermera Estefanía Hernández, líder BPSO de Clínica Las Condes. “A partir de las ideas que cada uno expresa, desde su experiencia en el trato directo con el paciente se pueden hacer mejoras para las buenas prácticas”, indica.
Los médicos, enfermeras, tens, otros profesionales de la salud y el personal administrativo que se capacita en el Programa de Buenas Prácticas se convierte en un “Champion”, es decir, un
líder dentro de nuestra institución, que velará por la mejora en la práctica clínica y la estandarización de los cuidados.
Gracias a la implementación y adaptación de estas guías es posible reducir la variación de la atención, entregar cuidados de calidad, tomar las mejores decisiones clínicas, no realizar intervenciones que pudieran dañar a los pacientes y reducir los costos asociados.
¿En qué se traduce? “Para el paciente implica que los cuidados que se entregan son de calidad y basados en evidencia. Son los mejores cuidados disponibles. Gracias a la investigación previa se incorporan los mejores insumos, y se describen las acciones que permiten prevenir complicaciones y reducir errores y también costos asociados”, indica Estefanía Hernández.
A la fecha, Clínica Las Condes ha implementado ocho guías clínicas:
1- Valoración del riesgo y prevención de las úlceras por presión.
2- Valoración y manejo de las lesiones por presión (LPP) para equipos interprofesionales.
3- Prevención de caídas y reducción de lesiones derivadas de las caídas.
4- Cuidados y mantenimiento de los accesos vasculares para reducir complicaciones.
5- Valoración y manejo del dolor.
6- Administración de insulina subcutánea en adultos con diabetes mellitus tipo 2.
7- Valoración y cuidado de los adultos en riesgo de ideación y comportamiento suicida.
8- Cuidados centrados en la persona y la familia.
A estas, se suma la guía de delirium, demencia y depresión en los adultos mayores, que está actualmente en plan piloto en el servicio de Médico Quirúrgico. “La mayoría de las guías que tenemos implementadas son asistenciales”, indica la enfermera.