En Clínica Las Condes es posible realizar desde mapeos corporales a microscopía láser confocal. ¿Cuándo se decide extirparlos?
Cerca del 40% de los
melanomas malignos aparece sobre un lunar preexistente, por lo que es fundamental examinarlos, sobre todo si existen antecedentes como alta exposición a radiación solar.
Los especialistas de Clínica Las Condes cuentan que en la clínica mantienen tecnología de punta para el manejo de pacientes con lunares, especialmente, aquellos en riesgo de
cáncer de piel. “El objetivo final de esta tecnología es ayudar a seleccionar aquellos lunares que realmente es necesario extirpar e identificar lunares peligrosos en sus etapas más precoces”, sostienen.
Entre las tecnologías utilizadas está el
mapeo corporal total, que consiste en fotografías de alta resolución de toda la superficie del cuerpo, lo que permite realizar un seguimiento en el tiempo de los lunares. “Es de gran utilidad para detectar la aparición de lunares nuevos y lunares que cambian”, indican los especialistas.
Con el
seguimiento dermatoscópico digital se obtiene una foto amplificada (dermatoscópica) de uno o más lunares que se decidan seguir en el tiempo con el fin de detectar cambios y decidir la real necesidad de extirparlos. Clínica Las Condes cuenta, además, con el único equipo en Chile para realizar
microscopia láser confocal, con él logra obtener imágenes hasta un nivel microscópico (celular) de uno o más lunares sospechosos sin necesidad de extirpar el lunar.
¿Cuándo extirpar un lunar?
Todo paciente adulto que tenga una historia de alta exposición solar durante su infancia o adolescencia debería hacerse un chequeo preventivo de sus
lunares y a partir de éste, decidir si debe mantener un seguimiento en el tiempo.
Así lo señalan los especialistas, quienes agregan que los pacientes con
alto número de lunares, de piel clara o con familiares directos que han presentado cáncer de piel, también se pueden beneficiar de un chequeo preventivo de lunares.
Los especialistas explican que los lunares deben ser extirpados cuando luego de una
evaluación dermatológica, se considera que el nivel de sospecha es lo suficientemente alto como para justificar hacerlo. “Los dermatólogos usamos en nuestro examen de rutina un instrumento óptico llamado dermatoscopio, que es esencial para poder examinar los lunares y que nos entrega información adicional muy valiosa, que no es posible visualizar a ojo desnudo”, indican.
Numerosos estudios demuestran que el uso del dermatoscopio mejora en aproximadamente 20% la posibilidad de detectar lunares peligrosos, aseguran los dermato-oncólogos.