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Día mundial sin tabaco: ¿por qué debes dejar de fumar?

31 de mayo, 2022 Estilos de Vida
Dejar este hábito puede ser una decisión muy difícil, pero con la ayuda profesional adecuada y redes de apoyo, se puede lograr de manera exitosa, evitando recaídas. Conoce más sobre esta adicción y el objetivo del programa No Fumo Más de CLC.

Cada 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco como una manera de crear conciencia y educar sobre los riesgos de esta enfermedad crónica, adictiva y reincidente, ya que tiende a reaparecer si no se trata de manera adecuada. De hecho, la OMS la clasifica como un trastorno mental y de comportamiento, recalcando así la idea más actual de entender el tabaquismo como enfermedad y no simplemente como un mal hábito.

“Esta epidemia es considerada una de las mayores amenazas de la salud pública por generar un gran número de enfermedades no transmisibles -especialmente las respiratorias, del aparato circulatorio y más de 16 tipos de cáncer- y por ser la mayor causa de muertes evitables”, explica la enfermera Giovanna Cortés, encargada del programa No Fumo Más de CLC.

Programa No fumo Más CLC

Este programa tiene como objetivo que los pacientes logren superar la adicción al tabaco y cuenta con el apoyo de un equipo interdisciplinario de especialistas broncopulmonares, enfermeras y psiquiatras del Centro Clínico del Cáncer, el Centro de Enfermedades Respiratorias y de la Unidad de Adicciones. Juntos acompañan en el proceso de dejar de fumar, controlando el temido síndrome de abstinencia y los posibles efectos secundarios del tratamiento farmacológico.

“Existen diversos abordajes y fármacos que pueden ayudar a tratar esta enfermedad crónica y adictiva, lo que dependerá de cada caso en particular. Pero está comprobado que quienes tratan de dejar de fumar apoyados por un equipo de especialistas tienen mayores tasas de éxito (54%) que quienes lo hacen por sí solos (3 a 5 %)”, agrega la enfermera.

Una adicción mortal

Según la OMS, la epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de defunciones, 900.000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno.
 
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