Conoce más sobre este trastorno que afecta mayormente a mujeres y que provoca un dolor crónico generalizado.
¿Qué es la fibromialgia?
Es una enfermedad que padece entre el 2 y 4% de la población, principalmente mujeres, en donde los afectados sufren un dolor
musculoesquelético de forma generalizada.
Si bien aún se desconoce la causa de esta enfermedad, se conocen circunstancias o patologías que podrían desencadenar esta afección. La
Dra. Karen Vergara, reumatóloga de CLC nos comenta: “Hay algunos factores predisponentes, como algunos tipos de personalidad, depresiones, trastornos del ánimo o eventos traumáticos que podrían estar relacionados. Pero aún no se tiene certeza de cuál es la causa”.
Es por esta razón, que también se hace difícil el
diagnóstico de esta enfermedad, que puede tardar meses e incluso años, ya que no hay ninguna alteración evidente que explique el dolor. “En general la
fibromialgia es una enfermedad de descarte, es decir, uno como médico tiene que descartar que haya otras enfermedades que nosotros llamamos orgánicas y que sean la causa de estas dolencias o condiciones. Muchas veces los pacientes terminan yendo a uno o varios
traumatólogos, médicos generales o a internistas, refiriendo diferentes dolores, que a veces no responden bien a los antiinflamatorios a terapias kinésicas”, agrega la especialista.
Síntomas
- Dolor musculoesquelético generalizado.
- Cansancio o fatiga crónica.
- Trastornos del sueño.
- Malestares funcionales como síndrome del intestino irritable y molestias urinarias.
Pilares fundamentales de tratamiento
Es importante recalcar a los pacientes que esta no es una enfermedad que lleve a la postración, no es incapacitante ni con mortalidad asociada. La Dra. Vergara aconseja: “hay que decirle al cerebro o mandarle la información que los músculos y huesos si se pueden mover a pesar de que duelan”.
Por último y a pesar de que no hay cura para esta enfermedad, si hay tratamientos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas que sufren de fibromialgia:
1. Ejercicio físico aérobico de bajo impacto articular, como caminar, yoga, pilates y ejercicios en agua, idealmente en piscinas temperadas.
2. Psicoterapia Según la Dra. Vergara: “El dolor crónico genera problemas de ánimo porque uno se decae y puede afectar la realización de actividades normales. Entonces es aconsejable que vayan al
psiquiatra inicialmente y luego se haga una psicoterapia que les recomiende el doctor, para manejar esta dolencia crónica”.
3. Tratamiento farmacológico, como complemento a las terapias mencionadas anteriormente. Hay diversos tipos de medicamentos que los especialistas recetan para que de alguna manera los pacientes modulen el dolor, es decir, tratar los estímulos o señales de dolor que se transmiten al cerebro.