Prevenir la diabetes

¿Qué debemos saber de esta enfermedad y cómo podemos evitarla?


¿Qué es la diabetes?

La diabetes es el aumento del azúcar en la sangre (hiperglicemia) producido por la ausencia de insulina, hormona producida por el páncreas y que regula la glicemia en la sangre (diabetes mellitus 1). O bien, teniendo insulina normal o alta, ésta no funciona correctamente y no logra ayudar al cuerpo a usar el azúcar consumida en los alimentos (diabetes mellitus 2).

¿Por qué la diabetes le hace mal al organismo?

La diabetes puede producir complicaciones agudas y crónicas. En las agudas, los mayores riesgos son los comas, es decir, una alteración de la conciencia debido a que el nivel de azúcar en la sangre es anormal, o muy elevado (hiperglicémico) o muy bajo, (hipoglicémico). Ambos son considerados una urgencia médica ya que pone en riesgo la vida de la persona. Entre las crónicas, producidas por glicemias elevadas en pacientes con diez años o más de evolución de su enfermedad, pueden verse afectados los ojos, el riñón, el corazón, las arterias y los nervios.

¿Cuánto pesa la genética y cuánto el estilo de vida en la aparición de esta enfermedad?

La posibilidad de heredarla es más fuerte en la diabetes del adulto o tipo 2, aunque no está bien definido. Lo que sí sabemos es que el riesgo aumenta con la edad, la obesidad y la inactividad física. Lo que más preocupa es que si antes la diabetes mellitus 2 afectaba a la población adulta, actualmente hay 1/3 de adolescentes con esta enfermedad, debido principalmente a la mala alimentación y falta de actividad física. En definitiva, podemos decir que pesa más el estilo de vida que la genética en el riesgo de padecer diabetes.

¿Quiénes deberían chequearse entonces?

Los adultos asintomáticos con sobrepeso u obesos que tienen uno o más riesgos adicionales de diabetes como: inactividad física; parientes en primer grado (padre, madre, hermanos) con diabetes; mujeres con hijos que pesaron más de 4 kilos al nacer o que se les diagnosticó diabetes gestacional; presión arterial alta (mayor a 140/90) o en tratamiento por hipertensión; colesterol HDL menor a 35 mg/dl y triglicéridos mayor a 250 mg; mujeres con ovarios poliquísticos; condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina (ejemplo: obesidad severa con mayor grasa abdominal); antecedentes de infarto al corazón o cerebro.

¿Qué signos podrían hacernos sospechar que estamos frente a esta enfermedad?

Mayor frecuencia y cantidad de orina, tanto de día como de noche; sed excesiva (secundaria al aumento de orina); baja de peso rápida en 7 a 15 días a pesar de comer más o igual que antes; deterioro de la visión; infecciones difíciles de controlar (dientes, urinarias, lesiones en la piel).

¿A quiénes se clasifica como prediabéticos?

Hay que tener en cuenta que la prediabetes es una enfermedad silenciosa y corresponde a aquellos pacientes que presentan hiperglicemia en ayuna (entre 100-125 mg); con intolerancia a la glucosa con valores 2 horas post-carga de glucosa oral de 75 gr de 140 mg pero menores a 200 mg. También se asocia a la obesidad abdominal y/o visceral (hígado graso), a quienes presentan dislipidemia (o alteración del metabolismo de los lípidos) con triglicéridos altos y/o HDL bajo (colesterol protector), hipertensión arterial, entre otros.

Los prediabéticos, ¿qué medidas deben adoptar para evitar contraer definitivamente esta enfermedad?

Principalmente cambiar de estilo de vida. Es decir, comer de forma saludable, lograr la meta deseada entre peso y perímetro de cintura; realizar ejercicio aeróbico mínimo 3 a 4 veces por semana entre 30 a 40 minutos de duración por vez.

¿Y el resto de la población, qué hábitos debe evitar y cuáles adoptar para mantenerla a raya?

La población debe aprender a inculcar a sus hijos desde chicos a comer saludablemente, al menos 4 veces al día más una colación a media mañana (fruta fresca, yogurt bajo en calorías o cereales en barra). Evitar los ayunos prolongados (no más de 4 a 5 horas) y fomentar el ejercicio.

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