Las soluciones cuando el sudor es excesivo y sin razón
21 de noviembre, 2017
·Tratamiento y Recuperación
Se trata de la hiperhidrosis, una enfermedad que puede afectar incluso a nivel psicológico.
El sudor se produce básicamente para regular la temperatura corporal. “La sudoración es una suerte de termoregulación donde el cuerpo bota agua para que esta, en contacto con el exterior, baje la temperatura del organismo”, explica el doctor Felipe Undurraga, cirujano toráxico de Clínica Las Condes. Pero en quienes tienen hiperhidrosis, el sudor aparece incluso aunque no existan las condiciones para que el sudor se produzca.
La hiperhidrosis es una enfermedad en la que se produce una sobreestimulación del sistema nervioso autónomo, lo que estimula de forma exagerada las glándulas sudoríparas, y se produce sudoración excesiva, sobre todo, en áreas determinadas del cuerpo como las manos, el rostro o las axilas.
El doctor Undurraga explica que muchos no creen que se trate de una enfermedad y, por lo mismo, no lo tratan, pero en realidad, es más común de lo que se piensa.
Hasta hace unos años esta era una patología que no tenía solución, pero hoy se ha avanzado en tratamientos de bajo impacto y con muy buenos resultados, incluso se puede realizar una cirugía, que es mínimamente invasiva y se realiza a través de dos pequeñas incisiones que no superan los 3 milímetros.
Si bien esta no es una enfermedad de riesgo, “sí afecta enormemente la calidad de vida de las personas”, dice el especialista. Realizar una cirugía dependerá básicamente de qué nivel de hiperhidrosis tiene el paciente. “Si es leve, el tratamiento es dermatológico y apunta al uso de cremas en base a aluminio, que han dado excelentes resultados”, dice.
Si es moderada la solución pasa por acciones un poco más complejas como tratamientos iónicos (pequeñas descargas eléctricas) o el uso de la toxina botulínica (bótox), que generan cierto grado de atrofia en las glándulas sudoríparas evitando el sudor. Mientras la cirugía es la mejor opción cuando la hiperhidrosis es severa, pues corta la conexión entre el sistema nervioso autónomo y las glándulas sudoríparas para evitar la sobreestimulación y la generación de sudor.