En las primeras semanas de nacido solo confunde a las guaguas
Durante los primeros días de vida, las guaguas no requieren nada más que la
pecho de su madre. La lactancia materna es la óptima nutrición para el recién nacido, le aporta además protección contra enfermedades, ya que el niño aún es inmaduro inmunológicamente y va facilitando el desarrollo del vínculo afectivo:
apego.
Hasta que no esté establecida la lactancia, según las normas del Hospital Amigo del Niño y de la Lactancia de la OMS y UNICEF, los recién nacidos no deben usar chupete.
Se produce una confusión con el uso del chupete. Si la guagua llora, es porque necesita comer, y la madre debe comprender estas señales.
No existe ningún estudio que demuestre alguna utilidad del chupete en el primer mes, es más, algunas investigaciones indican que perjudica la alimentación del recién nacido.
Según la doctora Rossel,
el chupete en los primeros días confunde a los pequeños. Cuando la guagua toma el pezón de la mama, debe tomar en su boca casi toda a areola y llevar el pezón hasta el final de su paladar. Así, con la succión que realiza va vaciando la mama. Con en cada succión estimula el vaciamiento de la mama, explica.
Con el chupete de la mamadera, por ejemplo, cambia el mecanismo de succión y va perdiendo su habilidad para acoplarle al pecho. Y con el chupete de entretención, por más que succione, no obtiene leche y cuando llegue la hora del pecho, ya estará cansado de mamar.
Esto último es fundamental comprenderlo ya que
durante los primeros días las guaguas requieren tomar leche entre 8 y 12 veces en las 24 horas, es decir, cada 1,5 y cada 3 horas porque su capacidad gástrica es todavía muy pequeña.
Si más adelante, la familia desea usar el chupete como una manera de calmar la ansiedad de la guagua antes de dormir, de todas maneras, éste se debería eliminar al año de edad.
Después de ese tiempo, la guagua comienza a moverse más, a gatear y el chupete se asocia a riesgo de infecciones, además de
problemas deformaciones en el paladar y arcada dentaria, dice la doctora Rossel.