Dependiendo del grado, su recuperación puede tardar de 15 días a ocho semanas.
Un
esguince es una torcedura o distensión violenta de una articulación, que puede provocar la ruptura de un ligamento o de las fibras musculares. En la
rodilla, es la lesión deportiva más frecuente, sobre todo en deportes como el fútbol, esquí y básquetbol.
El doctor
Roberto Negrín, traumatólogo de Clínica Las Condes, explica que la lesión se produce por una
torsión de la rodilla, en la cual se estira el ligamento. Tiene distintas etapas de gravedad:
- Grado 1: que implica el estiramiento del ligamento.
- Grado 2: en que el estiramiento es con rotura parcial de algunas fibras.
- Grado 3: se produce la rotura completa de una fibra.
La lesión afecta los
ligamentos colaterales de la rodilla, los que estabilizan los movimientos hacia la parte lateral. “Las lesiones que son más graves de los ligamentos son los de los ligamentos cruzados, anterior y posterior”, indica el especialista. Son más graves cuando están asociados al ligamento cruzado anterior.
El principal
síntoma de un esguince es la sensación de dolor e inestabilidad en la zona afectada, que no se pasa al menos en 24 horas. El dolor está siempre asociado a un movimiento que produce el estiramiento.
La idea es que, al tener un esguince, inmediatamente sea evaluado para clarificar de qué
grado se trata. Si es grado 1 el tratamiento es principalmente reposo, hielo y medicamentos antiinflamatorios, pero los grados 2 y 3 requieren inmovilización, uso de rodillera para que el ligamento tenga la posibilidad de cicatrizar, y excepcionalmente, tratamiento quirúrgico.
“Sólo son de
tratamiento quirúrgico las lesiones del ligamento cruzado anterior que son asociadas a esguinces de la rodilla grado 3, de los colaterales, lo importante es saber cuáles son los ligamentos que se lesionan”, explica el traumatólogo.
El
tiempo de recuperación es variable. En el grado 1 las molestias se presentan por alrededor de 15 días, en el grado 2 la cicatrización tarda entre tres y seis semanas y en el grado 3, de tres a ocho semanas. Estos últimos requieren inmovilización.
“Esta recuperación tiene que ser muy activa. Primero con inmovilización para pasar el dolor y para que el ligamento cicatrice y luego volver a la normalidad de la rodilla. Para eso se requiere tratamiento de
kinesiterapia, ejercicios específicos y volver a recuperar toda la función de la rodilla para no volver a lesionarse una vez de vuelta al deporte”, enfatiza el especialista.