Cirugía de glúteos

Aunque estén tonificadas, las nalgas no siempre tienen una apariencia ideal. El marco que le dan las caderas, la cintura y los muslos es esencial para la armonía de los glúteos. Con cirugía estética, esta zona se puede modelar de una manera integral.


cirugía de glúteos


La pérdida de tonicidad y el sedentarismo inciden en los cambios de forma, volumen y posición de los glúteos, pero es el factor genético el que, sobre todo, determina la apariencia de las nalgas. Por eso, aunque los ejercicios localizados y los masajes pueden ayudar, el doctor Daniel Jacubovsky, cirujano plástico de Clínica Las Condes, asegura que la cirugía es la única medida efectiva y definitiva para corregir el aspecto de los glúteos.

 

La atrofia de los músculos no es lo que incide mayoritariamente en que las nalgas se vean caídas, sino otros factores, como la estructura del esqueleto, la falta de volumen en la mitad superior de las nalgas y una distribución poco homogénea de la grasa circundante, sobre todo en la zona de las caderas y los muslos altos.

 

Según los parámetros de la cirugía plástica, las nalgas forman parte de una zona anatómica denominada unidad estética glúteo-lumbar, que abarca desde la curva baja de la espalda, a media cintura, hasta la mitad de los muslos. El objetivo de la gluteoplastía es conseguir proporciones armónicas y un contorno de líneas uniformes en esta área.

Esto se logra con aumentos de volumen en la parte superior de las nalgas y lipoescultura en las zonas circundantes para retirar el exceso de grasa con una liposucción o redistribuirla mediante lipoinyecciones. Esta variedad de lipoescultura consiste en extraer grasa con una jeringa desde las zonas donde se acumula frecuentemente, como la parte alta de los muslos o la cintura, y redistribuirla donde falta, como la zona lateral de los glúteos en la parte baja de las caderas. Para el aumento de volumen de las nalgas, actualmente existen dos técnicas:
 

  • Con Grasa Corporal: después de realizar una liposucción en los glúteos, caderas o abdomen, la grasa extraída se inyecta en distintas zonas que define el cirujano plástico. Las inyecciones se ponen bajo la piel y en el músculo para formar una red en torno a la cual se forman capilares que matienen nutrido –y en su lugar– el nuevo tejido adiposo. Aunque es una intervención ambulatoria, se recomienda una noche de hospitalización y al menos tres días de reposo. Se estima que el 30% de la grasa reimplantada tiende a desaparecer con el tiempo, por lo que el aumento de volumen no siempre es definitivo.
  • Con Implantes de Silicona: es la técnica más usada en mujeres delgadas con glúteos pequeños. Se trata de prótesis similares a las de los implantes mamarios, que se introducen por una incisión de cinco centímetros en la línea interglútea. Las prótesis se rodean con grasa de la propia paciente para darles un aspecto más natural. El volumen de los implantes no cambia, así es que el riesgo de asimetría es nulo. La cirugía requiere uno o dos días de hospitalización y la recuperación es de una semana, aunque no se pueden realizar esfuerzos físicos durante un mes. Pasado este tiempo, la vida con implantes de glúteos es absolutamente normal.

La S perfecta

Según los parámetros estéticos, una zona glúteo-lumbar armónica es aquella que, vista de perfil, se asemeja a una S. Es decir, la zona baja de la espalda debe dibujar una curva cóncava, y los glúteos, una convexa. Aunque la hendidura del esqueleto a esa altura es más que nada un atributo genético, se puede emular mediante la extracción de grasa.