Causas y tratamientos del labio fisurado

Las causas que origina una fisura de labio o paladar no se conoce con exactitud. Sin embargo, todos sus tipos tienen tratamientos desde los primeros días de vida.

 

Diagnóstico y tratamiento de Labio Leporino
 

Actualmente, alrededor de un 25% de los casos de labio fisurado corresponde a factores hereditarios y, otro tanto, se trata de factores ambientales múltiples como el estrés, la ingesta de ciertos medicamentos antiepilépticos, el uso de drogas y de corticoides durante el embarazo, entre otros. Sin embargo, sobre el 50% de los pacientes, no se pesquisan factores claros.

“Son múltiples los factores que pueden participar y éstos deben superar un umbral para que se produzca una fisura. En la actualidad se evalúa el efecto positivo del uso del ácido fólico durante el embarazo, el cual podría producir, al igual que en las malformaciones del sistema nervioso, una disminución del riesgo de tener una fisura”, advierte el equipo del Programa de Fisuras de Clínica Las Condes.

¿Puede diagnosticarse en forma prenatal?

De acuerdo a lo que sostiene el equipo de especialistas, el porcentaje de diagnóstico prenatal del labio fisurado ha ido en aumento, dado el mayor número de ecografistas preparados y la mayor conciencia que existe respecto a la importancia de buscar posibles malformaciones durante los controles rutinarios.

“Hoy no más del 20% de los pacientes ha tenido diagnóstico prenatal, en parte porque es difícil pesquisarlo, aunque podría hacerse a partir de las 16 semanas de gestación”, explican los expertos.

Si bien, el impacto de los padres que ven nacer a un hijo fisurado no disminuye por el hecho de saberlo previamente, sí les permite consultar precozmente respecto de las posibilidades de tratamiento, además de recibir orientación, apoyo y preparación.

Tratamiento: lo estético y lo funcional

El ideal es que los padres se acerquen a consultar a un especialista durante la primera semana de vida del niño, de manera de guiarlos respecto a la alimentación y ayudarlos a reducir la dosis de ansiedad que genera, en un principio.

Desde el punto de vista de los resultados, en el tratamiento nos importan dos áreas puntuales: los aspectos funcionales –voz, audición, masticación, crecimiento facial, dentición, respiración- y los estéticos. Si bien, poniéndolos en la balanza, lo más importante debiera ser el desarrollo normal de la voz y después lo estético, es fundamental asociar a lo primero un resultado estético óptimo.

Por ello, es importante que el tratamiento quirúrgico quede en manos de cirujanos plásticos especialistas, porque operar bien a un paciente la primera vez, garantiza mejores resultados que operar a un paciente para corregir secuelas.

Por último, el equipo del programa hace hincapié en lo fundamental que es dar a estos niños un trato normal, sin hacer diferencias que puedan hacerlos sentir menoscabados por su condición. “No hay que estigmatizarlos, ni sobreprotegerlos. Hay que darles los cuidados que requieren por su enfermedad, ya que es trascendental para el resultado final durante la adolescencia, pero nunca deben sentir que tienen más limitaciones o que socialmente están más restringidos. Uno tiene que esforzarse por transmitirles que el resto del mundo no debe distinguirlos por eso”.

 

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