Conoce la historia de Arturo Barría, quien gracias a un diagnóstico precoz pudo obtener un tratamiento oportuno para esta enfermedad.
Hace algunos años, Arturo Barría (56), Ingeniero Civil Electrónico y papá de cuatro hijos, se hizo un
antígeno prostático que salió alterado, pero en los exámenes posteriores, los especialistas le indicaron que no tenía nada y que no debía preocuparse. El año pasado, acompañó a su esposa a CLC para que se realizara unos
exámenes y ella le sugirió que aprovechara el tiempo y agendara una cita con el
urólogo, ya que quedaron con la sensación de que faltó algo.
“Fue así como conocí al
Dr. Fernando Marchant de forma completamente fortuita y casual. El Dr. Fernando fue bastante metódico, primero partió por un
examen de antígenos que evidentemente arrojó algo y me dijo que eso que había que investigarlo, así que me pidió hacer una
biopsia de próstata por fusión. Afortunadamente, no fue problema conseguir la hora, estábamos en plena pandemia y fue súper rápido. Después de los resultados de esa
resonancia aparecieron las primeras muestras evidentes de tumores en la próstata. Él me dijo, vamos a ser sinceros, pero lo más probable que sea
cáncer y luego hicieron la
biopsia”, comenta Arturo.
El resultado de la biopsia fue categórico, era
cáncer. En ese momento, Arturo cuenta que tenía que tomar la decisión sobre su tratamiento y finalmente escogió someterse a una
prostatectomía radical, es decir, la
extirpación total de la próstata y los tejidos aledaños. “Me hice la
cirugía con asistencia robótica, en CLC fue espectacular porque al día siguiente ya estaba caminando y pensé que iba a ser mucho más terrible. La operación como tal en ningún caso la categorizaría como dolorosa, aunque el postoperatorio es complicado y la recuperación tomó varios meses”.
Si bien los primeros
exámenes postoperatorios resultaron positivos, existía una posibilidad de que haya quedado una pequeña parte del
tumor y aproximadamente a los seis meses, en su segundo control, el examen arrojó un aumento en el
antígeno prostático. “Aunque fue frustrante en ese momento, el Dr. Marchant me dijo que era esperable y que comenzaríamos con
radioterapia. Estuve aproximadamente casi dos meses con sesiones de lunes a viernes. Y luego de terminar el tratamiento me hice un antígeno prostático que bajó bastante y hace aproximadamente 2 o 3 semanas atrás me hice el primer control post radiología y los resultados fueron buenos. El doctor me dijo que era un resultado excelente así que tenemos que seguir haciendo vigilancia. El próximo examen va a ser fines de febrero, pero yo me siento bastante confiado, con la tranquilidad de que sacaron todo lo malo y lo que quedaba, la radioterapia lo debería haber eliminado”.
En cuanto a su experiencia en
Clínica Las Condes, el ingeniero agrega: “El
Dr. Marchant es un siete, tengo solo aplausos para él, una excelente persona y
urólogo, un médico que te da mucha confianza, muy simpático y cercano. Tengo que agradecerle a la
clínica, esto se dio en un contexto complejo de pandemia en 2021, justamente cuando se dio el segundo peak, pero a pesar de todo la clínica me atendió bastante rápido, tanto para agendar la operación como para comenzar con la radioterapia”.
Arturo se reincorporó a su trabajo y tal como su esposa le aconsejó realizarse un
chequeo, ahora él hace lo mismo con sus compañeros cercanos: “Es fundamental en un cáncer hacer
chequeos preventivos y es algo que yo también hago ahora en la pega con las personas cercanas, les pregunto si se han hecho los
exámenes, les digo que se los hagan porque cuando te encuentres con la sorpresa puede ser muy tarde. Por lo tanto, mi recomendación es
hazte tu examen una vez al año especialmente en personas que tienen más de 45 años”, finaliza.