Si bien la sudoración es un proceso normal del organismo para controlar la temperatura corporal, , hay personas que transpiran en ciertas partes del cuerpo de manera excesiva. Conoce a continuación qué es la hiperhidrosis y cómo se trata.
Sobre todo, en los meses de mayor
calor, todos comenzamos a sudar más. Es la forma que tiene el organismo de regular la temperatura del cuerpo, pero para algunos esta situación se vuelve motivo de incomodidad, vergüenza e inseguridad. Es lo que se conoce como
hiperhidrosis, un desorden de las glándulas ecrinas, que causan excesiva producción de sudor.
Si bien las glándulas ecrinas sudoríparas están distribuidas en toda la superficie de la piel, las zonas más afectadas por la hiperhidrosis son las
palmas de las manos, las axilas, las plantas de los pies o la cara. Desde el equipo de Dermatóloga de Clínica Las Condes, explican que la secreción del sudor depende de la inervación simpática, que es controlada por varios estímulos, como el calor, factores emocionales, factores gustativos,
estrés, entre otros.
Indican, además, que la
hiperhidrosis puede ser leve, moderada o excesiva y “en el caso de la sudoración excesiva, esta puede alterar la calidad de vida, porque los pacientes se sienten incómodos, se avergüenzan socialmente e impide algunos trabajos manuales. La hiperhidrosis más frecuente es la idiopática, sin embargo, hay otras causas como enfermedades subyacentes como el hipertiroidismo, diabetes mellitus, obesidad, menopausia, enfermedades metabólicas, neurovasculares, ciertos linfomas, infecciones crónicas, crisis de pánico, disautonomías y reacciones tóxicas medicamentosas, entre otras”.
¿Cómo se detecta la hiperhidrosis?
El diagnóstico de la hiperhidrosis se fundamenta en la entrevista efectuada al paciente, así como en los hallazgos clínicos que presente y, si es necesario, por medio de análisis. Dentro de los métodos más comunes para su detección destacan:
• Visualización del sudor con la reacción que se produce sobre la piel cuando se pone solución de yodo y talco (se tiñe oscuro donde hay más sudor).
• Medidas de potencial eléctrico y resistencia de la piel.
• Medidas de temperatura.
• Gravimetría.
Tipos de tratamiento
En cuanto al tratamiento, existen varias opciones para el manejo de la hiperhidrosis idiopática, entre ellos:
• Las terapias tópicas, con desodorantes antitranspirantes o la prescripción de preparaciones antiperspirantes, con distintas concentraciones de cloruro de aluminio o formaldehido. Su aplicación debe ser nocturna con la piel limpia y seca.
• Uso de fármacos anticolinérgicos sistémicos, son de utilidad para el paciente, pero sus efectos colaterales como ojos secos, boca seca, disfunción vesical e intestinal limitan su uso.
• Agentes sedantes: utilizados cuando el estímulo de la hiperhidrosis son eventos que aumentan la ansiedad.
• Iontoforesis: genera pequeños tapones queratósicos en los conductos de las glándulas ecrinas; su efecto dura aproximadamente 6 semanas y se va repitiendo, es bien tolerado por el paciente.
• Toxina Botulínica tipo A: múltiples inyecciones intradérmicas en las axilas previamente marcadas con yodo y almidón, su efecto dura entre 8 a 9 meses, y mejora la calidad de vida en pacientes con hiperhidrosis axilar excesiva. Se puede utilizar en palmas y plantas, sin embargo, su aplicación debe ser superficial para no inhibir la actividad muscular de las zonas y con anestesia general.
• En casos severos, los métodos quirúrgicos, como la extirpación de tejido subcutáneo axilar o la destrucción térmica con láseres ablativos.
• Torascoscopía simpática o simpatectomía vía endoscópica: tiene muy buenos resultados en hiperhidrosis axilar y palmar, pero siempre hay una sudoración compensatoria y sudoración gustatoria que pueden ser un problema severo.
•Otro tratamiento no quirúrgico es el uso oral de Oxibutinina, medicamento que se usa para la enuresis nocturna, que en algunos casos tiene buenos resultados, los efectos colaterales hay que advertirlos, como sequedad, bucal y nariz, no ir al baño por horas, constipación, etcétera.
Los especialistas sostuvieron que “si bien la hiperhidrosis no es una enfermedad grave, afecta a más del 3% de la población y puede afectar severamente su calidad de vida”.