Clowns en Clínica Las Condes

Todo comenzó con un viaje de trabajo a Israel en el año 2013, en el que el doctor Alfredo Misraji, pediatra de Clínica Las Condes, se encontró con un grupo de clowns hospitalarios trabajando en distintos servicios médicos de los hospitales de ese país. La particularidad de estos payasos era que se trataba de actores profesionales expertos en el arte de Clown Hospitalario, quienes al igual que los médicos, tenían turnos, áreas y pacientes asignados.

Fue con esa referencia, que el especialista se acercó a Laboratorio Bagó a proponerles implementar este desafío en nuestro país, partiendo por Clínica Las Condes. Ya han pasado 5 años desde ese viaje, y lo que comenzó con seis profesionales participando en los servicios pediátricos de Clínica Las Condes, hoy es un programa consolidado con nueve Clowns que trabajan en tres recintos de salud de Santiago.

“Es un proyecto muy positivo, ha sido muy bien aceptado por pacientes, familias y funcionarios de la clínica. Creo que el principal aporte radica en poner un toque de emotividad y emocionalidad en la atención de nuestros pacientes”, señala Verónica Fuenzalida, enfermera jefa del departamento de Pediatría de Clínica Las Condes.

Con juegos, disfraces, música y humor, los clowns recorren nuestra Clínica todos los días, con la finalidad de ayudar a hacer más placentera las visitas de los más pequeños a la clínica, ya sea a consultas médicas u hospitalizaciones.

“Para mí, ser clown es romper la barrera que separa a las personas día a día, permite relacionarse con los demás desde lo humano y lo verdadero. Como payasa puedo acercarme a todo el mundo sin importar quienes sean y también me permite llegar a lugares donde muchas veces otros no pueden con los pacientes. Ese vínculo me completa como persona y no me imagino haciendo otra cosa”, cuenta Susana Cristinich, actriz, clown y coordinadora del programa.

Según los médicos y enfermeras de los distintos servicios, este equipo se ha convertido en parte integral y esencial de los equipos médicos, facilitando el trabajo diario, ayudando en algunas actividades, y principalmente entregando alegría.

Este programa que se realiza gracias al apoyo de Laboratorio Bagó y Clínica las Condes, genera un enorme beneficio para los pacientes y funcionarios. Para los próximos años hay desafíos a desarrollar para expandir, investigar y convertir a Clínica Las Condes en un ‘Centro formador de Clowns Hospitalarios’.

“De aquí a 10 años queremos que nuestro número de clowns, crezca y poder crear proyectos internos donde su participación sea esencial y permanente, disminuyendo o eliminando tiempos de anestesia y sedaciones para procedimientos simples”, dice la enfermera jefa de pediatría. Además, agrega que esperan poder incorporarlos a los centros de Chicureo y Peñalolén y también, a atención de pacientes adultos.

“Cuando comencé con este proyecto, tenía mucho miedo de equivocarme, pero precisamente en el error está el éxito del payaso. Desde el juego de dejarme llevar por esa energía, ya han pasado cinco años sin darme cuenta. Definitivamente, creo que han sido cinco años difíciles pero maravillosos, espero que esto permanezca en el tiempo y continúe expandiéndose por las lugares de nuestro país”, cuenta Susana.