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Madre amamantando

Semana de la lactancia materna: el mejor alimento para el resto de la vida

03 de agosto, 2020 Recién nacido
Sus beneficios son indiscutibles, tanto por los nutrientes que entrega al niño, así como por el vínculo que se genera entre madre e hijo.

Nace un hijo y uno de los primeros actos reflejos del recién nacido es succionar y comenzar su alimentación. Desde ese momento, una acción instintiva que sólo trae beneficios para la mamá y para su guagua.
 
“La lactancia materna es una de las formas más eficaces para asegurar la buena salud del niño debido al aporte de nutrientes, los que contribuyen a su desarrollo físico, mental y a su sistema inmunológico, protegiéndolo de futuras enfermedades”, explica el doctor Hernán Villalónneonatólogo de Cínica Las Condes.
 
Diversos estudios destacan las múltiples propiedades de la leche materna, entre ellas:
 
  • Evitar alergias, diabetes y obesidad en niños y adolescentes.
  • Por otra parte, en términos prácticos, no es necesaria su preparación, contiene la temperatura adecuada, es fresca y se evita el uso de envases, por lo que también es más higiénica.
 
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la lactancia materna exclusiva debe mantenerse como mínimo seis meses y, tras la introducción de alimentos sólidos a la dieta del niño, continuarse idealmente hasta los dos años. Sin embargo, una baja proporción de los lactantes menores de 6 meses reciben leche de sus madres como alimentación exclusiva.
 
 

¿Qué es la libre demanda?

 
 
 
Muchas mamás creen que desde un principio las guaguas deben tomar pecho en forma ordenada, cada cuatro horas, lo que no es aconsejable, según los especialistas. “Los niños nacen con un patrón de succión de entre seis y ocho veces al día que se va modificando con el paso del tiempo. Lo mismo sucede con la composición y cantidad de leche materna, que alcanza su óptimo estado acorde a la necesidad de cada niño, recién hacia las dos semanas de vida. También se ha demostrado que la libre demanda favorece la bajada de la leche”, comenta el neonatólogo.  
 
Además, en términos afectivos y emocionales, el doctor Villalón destaca el apego como una de las grandes ventajas de la lactancia materna. “Madre e hijo se comportan como un sistema psicosomático cerrado, por lo tanto, el bienestar de la madre es el bienestar del niño y viceversa”, dice.
 
Entre otras ventajas para la madre, este método natural de alimentación reduce el riesgo de cáncer de mama, ovario y de diabetes tipo 2, así como también la posibilidad de presentar una depresión posparto. Además, la lactancia exclusiva protege de un nuevo embarazo durante los primeros cuatro meses posparto, protección que va disminuyendo de manera gradual en los meses siguientes.
 
 

Cuando el camino se hace difícil

 
 
  • ¿Todas pueden amamantar? Sobre ciertos temores que pueden surgir, especialmente en madres primerizas, es fundamental recalcar que todas las mujeres tienen la posibilidad de amamantar a sus hijos y que, si se presentan problemas, existen especialistas que pueden ayudar a resolverlos. “Amamantar es algo que se aprende”, recalca el doctor Villalón.
 
  • Grietas o mastitis: Uno de los grandes problemas que se presentan es la aparición de grietas en los pezones, causando gran dolor y tensión. Muchas veces éstas van disminuyendo con los días, pero si las heridas o molestias aumentan, es importante consultar con el médico o matrona, ya que, generalmente, se debe a un mal acoplamiento, algo que tiene solución. Por otra parte, la forma del pezón no debiera influir en la lactancia, como tampoco el tamaño de los pechos.
 
  • Cantidad y calidad de la leche: Otra gran dificultad es la tensión que vive la madre sobre la cantidad o calidad en la producción de leche. “El único indicador para evaluar este tema es el aumento de peso de la guagua y que quede satisfecha por un período de entre tres y cuatro horas. El color o la consistencia de la leche no tienen incidencia”, explica el doctor.
 
  • Estrés: Lo mismo sucede con el estrés, el que puede afectar directamente las hormonas de la lactancia. Por eso, las condiciones físicas y ambientales del amamantamiento influyen notoriamente en que sea un proceso exitoso.
 
 

10 pasos para una lactancia exitosa

 
 
Clínica Las Condes se suma y entrega las recomendaciones de la Unicef:
 
  1. Disponer de una política escrita relativa a la lactancia materna que, en forma sistemática, se ponga en conocimiento de todo el personal del equipo de salud.
  2. Entrenar al personal de salud en las habilidades necesarias para implementar esta política.
  3. Informar a todas las embarazadas acerca de los beneficios y el manejo de la lactancia.
  4. Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora después del parto.
  5. Mostrar a las madres cómo amamantar y cómo mantener la lactancia incluso en caso de separación de su hijo.
  6. Dar a los recién nacidos sólo leche materna, excepto si está médicamente indicado lo contrario.
  7. Practicar el alojamiento conjunto madre-hijo las 24 horas del día.
  8. Estimular la lactancia libre demanda.
  9. No dar chupetes ni mamaderas a los niños amamantados.
  10. Formar grupos de apoyo a la lactancia materna y referir a las madres a estos grupos en el momento del alta.
 
 

¿Qué es la mastitis?

 
 
La mastitis es una infección de las mamas que causa inflamación debido al bloqueo de los conductos lácteos durante la lactancia, principalmente por retención de leche. La mejor forma de prevenirlo es asegurando un vaciamiento adecuado de los pechos por parte del recién nacido y, para ello, es fundamental una buena técnica de extracción.
 
Los síntomas son una congestión excesiva de una o ambas mamas o zonas endurecidas con nódulos, sobre las cuales la piel está enrojecida y caliente. Además, se siente dolor al tocarlas y, en los casos más extremos, algunas mujeres pueden tener fiebre, escalofríos y molestias en la espalda.
 
 

Cómo vaciar las mamas adecuadamente:

 
 
  • Las madres con producción abundante deben asegurar el vaciamiento completo de un pecho antes de pasar al otro y luego alternar para no dejar restos de leche que puedan provocar una inflamación.
  • Una buena manera de ayudar al vaciamiento es aplicar calor local con compresas calientes, guateros o bolsas de gel antes de amamantar o extraer la leche.
  • Cuando existe congestión, se debe poner a la guagua frecuentemente al pecho y con tiempo ilimitado.

  • En caso de que la succión no sea suficiente para aliviar las molestias, es recomendable utilizar un extractor de leche. Sin embargo, se debe considerar que, a mayor succión, la producción de leche aumenta, por lo que su uso debe ser moderado.
  • Si a pesar de lo anterior se presenta una infección, es importante consultar a un especialista, quien puede indicar medicamentos que eviten la aparición de fiebre u otros síntomas.
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