Lesiones crónicas

La duración del malestar -más que su intensidad- es lo que diferencia un ejercicio mal realizado frente a una lesión. Por eso, poner atención a lo que nos dice el cuerpo es clave para mantenernos activos.


No es normal tener dolores crónicos antes de los 40 años; pero sí es común tener lesiones transitorias que pueden llegar a convertirse en lesiones crónicas, por tratar de aguantarse el dolor, e insistir en hacer deportes.

Los dolores musculares normales duran poco tiempo y se pasan con el reposo, aunque sean muy intensos. Las lesiones crónicas, en cambio, pueden ser menos dolorosas, pero la molestia no cede.

"Hay muchas lesiones crónicas que se pueden aguantar. Como a veces el dolor no es tan fuerte, es posible continuar con la práctica deportiva", explica el traumatólogo de Clínica Las Condes, Jaime Duboy. Y ahí está el mayor riesgo: una de las principales causas de que las lesiones se vuelvan crónicas, es porque se usa y abusa de una articulación o músculo lesionado.

Los años pasan... y se nota

A los 19 años, nuestros músculos y articulaciones están en su mejor momento. Sin embargo, a partir de ese punto, los tejidos empiezan a envejecer y a perder líquido. Por esa razón, comienzan a disminuir sus propiedades mecánicas de resistencia y elasticidad.

Esta decadencia se va dando de manera muy gradual. Es casi imperceptible. Lo más común es que la práctica de deportes nos empiece a dejar cada vez más adoloridos, porque a medida que van pasando los años, los tejidos del cuerpo ya no pueden responder con la misma flexibilidad que tenían a los 19 años. A pesar de que el entusiasmo sea el mismo.

Sin embargo, la capacidad fisiológica se puede cuidar o mejorar para lograr que la pérdida de resistencia de los tejidos sea más lenta.


¿Cómo podemos cuidar nuestros músculos y articulaciones?
  • Regularidad: más que a la intensidad en la práctica de ejercicios. Es mejor hacer menos deporte, pero de manera más constante. Si tú eres de los que no hace ninguna actividad física durante toda la semana, y el fin de semana te juegas la vida en una pichanga, vas para una lesión segura.
  • Preparar el cuerpo: Siempre que se vaya a practicar un deporte, se debe calentar antes y estirar después.
  • Realizar ejercicios terapéuticos: Esto también ayuda a mantener el cuerpo en buenas condiciones. Estos ejercicios son los que se realizan de manera localizada y controlada, en un gimnasio o en la casa.
 

"Cada día la medicina recomienda más realizar ejercicios en la casa", explica el doctor Duboy. Practicar este tipo de ejercicios tres veces a la semana es lo que una persona necesita para mantenerse sana. Para el cuerpo vendrían a ser como las mantenciones y cambios de aceite que cualquier persona le haría a su auto antes de partir un viaje. Además, tienen la gran ventaja de que no conllevan riesgos. Si se realizan de manera adecuada, no se producen lesiones.