Dependiendo del su ubicación, puede pasar inadvertido o generar un gran malestar. Su tamaño no es el factor principal.
“Los
síntomas ocasionados por un cálculo urinario dependen principalmente de su ubicación y tamaño. Uno del tamaño de un grano de arena o de 3 mm puede pasar inadvertido y ser eliminado espontáneamente o causar un gran dolor. A su vez, un cálculo de 2 cm puede no dar síntomas si está ubicado en el riñón”, señala
Ricardo Susaeta Cantín, urólogo y jefe del programa de Patología Litiásica en Clínica las Condes.
“Esto se debe a que lo que llamamos un dolor tipo ‘
cólico renal’ es la manifestación de la obstrucción de la vía urinaria y la dilatación del sistema, lo que causa un
dolor que generalmente se ubica en la espalda, bajo las costillas, parte anterior del abdomen del mismo lado y se irradia hacia la zona genital. Hay que sumar también gran inquietud, náuseas, presencia de sangre en la orina y vómitos”, señala este especialista.
También existen cálculos que jamás dan síntomas y se diagnostican por casualidad al practicar una ecografía o escáner (Pielo Tac).
Si no se tratan, pueden generar complicaciones graves, explica el doctor Susaeta.
Así, un cálculo urinario puede producir un dolor agudo como el de la neuralgia del trigémino y el parto, que son los dolores más grandes que se describen.