Estudio resolvió que los hombres que hacen más ejercicios mejoran su supervivencia.
Una investigación de la Sociedad Americana contra el Cáncer (American Cancer Society),
detectó que cumplir con un régimen de ejercicio moderado o intenso podría mejorar las probabilidades de sobrevivir al cáncer de próstata.
Los hombres con niveles más altos de
ejercicio antes del diagnóstico eran 30% menos propensos a morir de cáncer de próstata que los que hacían menos ejercicio, según el estudio. Los hombres que
hacían más ejercicio después del diagnóstico también tenían un 34% menos de probabilidades de morir del cáncer que los que ejercitaban menos.
Aunque el estudio no pudo probar causalidad, “
nuestros informes respaldan la evidencia de que los supervivientes al cáncer de próstata deben cumplir las directrices de actividad física, y sugieren que los médicos deben pensar en promover un estilo de vida físicamente activo en sus pacientes de cáncer de próstata”, señaló Ying Wang, epidemióloga principal del programa de investigación en epidemiología de la sociedad oncológica.
Los investigadores también examinaron los efectos de
caminar como la única forma de ejercicio y encontraron que
hacerlo entre cuatro y seis horas por semana también se asociaba con un riesgo un tercio más bajo de muerte si lo hacían antes del diagnóstico, pero no era significativo si lo hacían después de ser diagnosticados.
La sociedad recomienda que los adultos realicen un mínimo de 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa por semana.