Respetar la cuarentena y quedarse en casa ha sido un gran desafío para los cuidadores de adultos mayores que, con la llegada del Coronavirus, han tenido que cambiar la rutina. ¿Qué recomiendan los especialistas?
En Chile, uno de los países de Latinoamérica con mayor esperanza de vida, se calcula que alrededor de 200 mil individuos padecen algún tipo de
demencia, situación que impacta no sólo al paciente, sino también al entorno familiar, generando con frecuencia un costo asociado a los gastos de salud, además de
fatiga, ansiedad y trastornos del ánimo en los cuidadores.
Desde la llegada del
COVID-19 a nuestro país, se han tomado una serie de medidas que buscan disminuir el riesgo de contagio, en particular en adultos mayores, grupo que representa el segmento más vulnerable de la población en lo que se refiere a mortalidad.
“No obstante, dentro de estas medidas de prevención, es probablemente el
confinamiento domiciliario el que representa un verdadero desafío para los familiares de los pacientes con demencia, ya que deben no sólo diseñar, sino también ser capaces de mantener una rutina que combine la protección con la estabilidad conductual del paciente a objeto de mantener el aislamiento”, explica el
doctor Rafael Aránguiz, neurólogo del
Centro de la Memoria de Clínica Las Condes.
En esta línea, el neurólogo, realiza una serie de recomendaciones con el fin de
facilitar la convivencia cotidiana con la persona con demencia y, así, prevenir su contagio durante el período de cuarentena:
1.
Las preguntas sobre la pandemia puede explicarse en términos simples: Si el paciente no logra asimilar la información, se pueden dar explicaciones simplificadas. Considera limitar selectivamente el acceso a los medios de comunicación, si estos generan ansiedad en el paciente.
2.
Desarrollar actividades con horarios definidos: Muchos pacientes con deterioro cognitivo tienen dificultades para adaptarse a los cambios en sus rutinas, por lo tanto, en la mayoría de los casos es más factible que sea el cuidador quien pueda adaptarse a la rutina del paciente. Puede asignarse tareas a los adultos mayores, las que deben ser acompañadas siempre de refuerzo positivo y reconocimiento.
3.
Regularizar los horarios de comida y sueño: Evita las siestas largas durante el día y las bebidas con cafeína durante la tarde. No es recomendable realizar actividades diurnas en el dormitorio, este espacio debe reservarse para el sueño nocturno.
4.
Prevenir actividades recreativas que el paciente conozca con anterioridad: Recuerda que el aprender desde cero una actividad desconocida puede traducirse en estrés adicional, algo totalmente evitable. Son el cuidador y el entorno familiar quienes deben intentar flexibilizar estas rutinas sin sobreexigir al paciente.
5. Si dispone de patio, es recomendable utilizarlo para realizar actividad física rutinaria: Si la casa cuenta con balcón o terraza segura y resguardada, también puede usarse este espacio en forma periódica y supervisada. De lo contrario, la actividad física puede llevarse a cabo al interior del domicilio.
6. Evitar visitas: Pero siempre mantener contacto con amigos cercanos o familiares por otras vías (teléfono, videollamadas o redes sociales).
7. Estar atento a los síntomas: Es importante tener en cuenta que además de los síntomas como fiebre, tos, decaimiento o dolor de garganta, los adultos mayores con demencia pueden presentar síntomas diferentes frente a la infección por COVID-19, como, por ejemplo:
- Cambios repentinos de conducta.
- Somnolencia.
- Dificultad para concentrarse.
- Lenguaje incoherente, más allá de lo acostumbrado para sus síntomas habituales.
“En estos casos, es recomendable buscar orientación médica en forma rápida”, agrega el doctor Aránguiz.
8. Mantener controles médicos no presenciales: Muchos centros de salud, públicos y privados, están implementando
atención a distancia para que el médico tratante pueda asistir al paciente y al cuidador. Esto es particularmente relevante en el caso de los adultos mayores, cuyo traslado representa un verdadero desafío en cuanto a lograr mantener en todo momento medidas de prevención de contagio durante un viaje prolongado.
9. Es posible que la convivencia durante una cuarentena prolongada genere roces o conflictos entre el paciente y el entorno familiar: Es importante conversar sin usar un tono imperativo para no generar discusiones que pueden traducirse en más stress tanto en el paciente como en el cuidador.
10. La salud física y mental del cuidador es tan importante como la del paciente: En este sentido se debe intentar mantener un espacio de distracción independiente del paciente. Si es posible, alternar el cuidado con otros familiares que vivan en el mismo domicilio. En caso de síntomas de
agotamiento, depresión, ansiedad en los cuidadores es importante buscar pronto apoyo psicológico. En la mayoría de los centros que atienden pacientes con deterioro cognitivo existe apoyo psicológico orientado a estos síntomas de sobrecarga de los cuidadores.