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Centro del Cáncer

Marc Silver

Cuando a su mujer le diagnosticaron cáncer de mama, este periodista norteamericano hubiera querido tener un libro que le aconsejara cómo acompañar mejor a su esposa y cómo enfrentar sus propios miedos y dolores. Por eso decidió escribir "Breast cancer husband".

La vida de Marc Silver

 

Tiene un antes y un después. El cáncer de mama diagnosticado a su mujer, Marsha, el 2001, lo hizo enfrentar un momento muy duro. El temor y el estrés de la situación lo llevaron a cometer, como él mismo reconoce, una larga lista de errores. Como decirle "Ya, nos vemos en la noche" -cuando ella le contó por teléfono que el doctor acababa de darle el diagnóstico de cáncer-, en vez de correr a acompañarla... hasta querer hacerlo todo y no pedir ayuda a nadie.

 

En su libro “Breast cancer husband”, este editor de la revista U.S. World and News Report, de 53 años, retrata la experiencia de enfrentar un diagnóstico y tratamiento tan demoledor. Una radiografía a su propia experiencia y al testimonio de un centenar de maridos en su misma situación. Con un lenguaje sencillo y directo, reflexiona y aconseja sobre qué espera la mujer durante el tratamiento; qué hacer y qué no hacer o cómo retomar la intimidad.

 

Hoy Marsha está recuperada, pero debe controlarse periódicamente para detectar a tiempo una posible reaparición de la enfermedad.

 

Aparte de esto, su vida es bastante parecida a la de antes, cuenta Marc. Tienen las preocupaciones típicas de los padres de dos hijas adolescentes, responsabilidades laborales y pequeñas discusiones propias de cualquier pareja. Acaban de cumplir 25 años de matrimonio y Marc reconoce que nunca se habían dicho "te quiero" tantas veces como desde que apareció el cáncer en sus vidas.

 

Sobreviviendo al cáncer

 

Uno de los principales aprendizajes que le dejó esta experiencia es que los hombres siempre quieren reparar cosas, pero el cáncer de mama no es algo que se pueda "reparar". "Recuerdo que me sentía como si hubiera desilusionado a mi esposa -indica-. No la había protegido del cáncer. ¡Pero ningún marido puede hacer eso!".

 

Marc Silver se dio cuenta de que estos sentimientos no le ayudaban a él ni a Marsha. En esta enfermedad se deben enfrentar decisiones difíciles, por lo que descubrió que su tarea era ayudarla a contestar las preguntas que se le presentaban y respetar sus decisiones.

 

Otro gran aprendizaje fue descubrir que también se puede reír frente al cáncer. Marc recuerda cuando estaban en la tienda de pelucas esperando que ajustaran los últimos toques de una que su mujer había elegido.

 

Entonces, rodeados de cabelleras rubias y frondosas estilo Dolly Parton, y otras largas y lisas a lo Cher, bromearon mientras ella se probaba distintas pelucas. Fueron las primeras risas desde que le confirmaron el diagnóstico.

 

Marc aprendió también una de sus máximas: "Calla y escucha". Algo difícil para los hombres, quienes esperan ser útiles y solucionar la situación. "Pero a veces lo mejor que se puede hacer es simplemente escuchar a tu mujer -señala-. Si quiere contarte cuán mal se siente, no tienes que esforzarte por animarla. Ella sólo quiere expresar sus sentimientos, lo que es una buena forma de lidiar con el estrés del tratamiento".

 

Errores y consejos

 

De cada error cometido, Marc Silver sacó una enseñanza. Algunos de sus consejos son: No querer hacerlo todo. "No quería admitir que necesitaba ayuda. Y cuando me ofrecían llevarme comida o retirar a las niñas del colegio, mi primera actitud era decir "no, gracias, estoy bien". Cuando acepté algunos ofrecimientos, vi que eran una gran ayuda para mí". Así como es bueno aceptar ayuda, también hay que saber pedirla cuando se necesita. Darse tiempo para pasar un buen rato juntos y por separado. El tratamiento del cáncer es duro y todo gira en torno a las visitas al doctor y los efectos de la quimioterapia.

 

Pero la vida es más que eso. "Es muy importante hacer un alto", recomienda Marc. No se trata de jugar golf mientras la mujer está en quimioterapia, pero sí se le puede preguntar, cuando se siente bien, si no le importa que el marido salga a hacer deporte, por ejemplo. Otro tema que no se debe descuidar es la intimidad como pareja. Marc Silver aconseja mantener el romanticismo. Si el marido está nervioso ante la posibilidad de acercarse a su mujer, especialmente después de una mastectomía, ella se puede sentir aún más insegura o poco atractiva. “No tengan miedo y reaviven el romance. Un masaje de pies, caricias en la espalda o un buen abrazo, significan mucho y los mantiene conectados".

 

Marc Silver en Chile

 

Marc Silver participará en el Seminario Internacional "Mujer, Salud y Calidad de Vida", que organizan Estée Lauder Companies, Revista Ya y CLC, en el marco de la Campaña de Detección Precoz del Cáncer de Mama. La actividad se realizará el martes 11 de octubre, de 9 a 13 horas, en el Auditorio Dr. Mauricio Wainer de Clínica Las Condes. La entrada es liberada, previa reserva de cupos, al fono 488 5000.

 

Campaña de Prevención del Cáncer de Mama 2005

 

Infórmese sobre las actividades educativas y descuentos especiales que estarán vigentes durante octubre, en el marco de Campaña de Prevención de Cáncer de Mama, que realizan Estée Lauder Companies, Revista Ya de Diario El Mercurio y Club Mujer de Clínica Las Condes. Llámenos al 488 5000 ó al 488 8000.

 

TESTIMONIOS

Que los papás vivieran la enfermedad de su hija de manera positiva y con el ánimo en alto fue parte importante de la recuperación de la pequeña Pascuala, quien fue diagnosticada con un tumor maligno poco común.

En 2005 Claudia Clericus fue diagnosticada con cáncer de mama. Diez años después, nos contó su experiencia, desde el diagnóstico hasta su recuperación.

"Durante todo el tratamiento me sentí súper acompañada, las enfermeras que trabajan en quimioterapia son espectaculares, igual que María de Los Ángeles, la psicóloga, también un siete".

En el proceso del diagnóstico he tenido dos experiencias… lamentablemente las dos muy diferentes. En el año 1993 un diagnóstico tardío, sin antecedentes de la condición hereditaria, significó la pérdida prematura de la vida del padre de mis hijos.

“A los 33 años me diagnosticaron un posible cáncer de mama, pregunté qué hacer y mi ginecólogo me recomendó al Dr. Octavio Peralta del Centro Clínico del Cáncer”.

Sin darse nunca por vencida, su historia es la de una intensa lucha contra esta enfermedad. Hoy, y todavía en tratamiento, agradece el apoyo recibido en clc: “el paciente oncológico es distinto a cualquier otro, pues se generan lazos muy fuertes con todo el equipo médico. Me siento verdaderamente como en mi casa”.

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