Según estudio, los jóvenes podrían subir entre uno y dos kilos por cada año de carrera.
Diferentes investigaciones realizadas en jóvenes universitarios chilenos han demostrado que durante esta etapa, los estudiantes dejan de comer en la casa y, como pasan la mayor parte de su tiempo en los recintos de estudio,
se alimentan con exceso de comida rápida, sándwiches, completos, pizzas, galletas y pocas frutas y verduras.
A eso se suma
la falta de tiempo para realizar actividad física y deportes y las consecuencias son claras: suben de peso.
Un reciente estudio realizado por la Escuela de Nutrición y Dietética de U. Santo Tomás Viña del Mar, mostró que los estudiantes universitarios pueden subir entre uno y dos kilos por año producto de los malos hábitos que adquieren en este período.
Si la carrera tiene cinco años de duración, entonces pueden ser hasta 10 kilos de peso.
En primer año, el 69% de los estudiantes estaban en el rango de peso normal según el Índice de Masa Corporal (IMC), pero cuando midieron a los tercer año, el 58% estaba en el rango de normal, mientras que los con sobrepeso aumentaban en 5%.
Rodrigo Alonso, nutriólogo de Clínica Las Condes, explica que buena parte de las personas que hoy buscan ayuda del especialista, ganaron peso mientras eran universitarios. “
A esa edad se come mal, pero además, hay también menos tiempo para la actividad física, porque se privilegian los estudios. Es la ecuación perfecta:
más calorías y menos ejercicio”, explica.
A modo de ejemplo, este especialista señala que un joven normopeso de 75 kilos, sedentario, necesita entre 1.800 y 2.000 calorías, pero un solo completo tiene 350 calorías y no se comen uno de almuerzo si no dos acompañado de bebidas azucarada.
Entonces, en esa sola comida ya tiene poco más de la mitad de las calorías que necesita al día, señala como ejemplo Alonso.